A pocas palabras, buen entendedor. De pronto, un ventarrón cimbró a la bancada de Morena en San Lázaro. En reunión plenaria, la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, inició su discurso en contra de los lujos y los excesos. Cualquier cosa: unos viajes a Europa en primera clase, placeres culinarios inocentes, fiestas en hoteles carísimos, algunas compras en Tokio, unos relojes de 600 mil pesos. ¿Qué tiene de malo? No exageremos, ¿para qué es el poder sino para ejercerlo con dinero?
Y el líder moral se convierte en líder inmoral, pues permitió todo esto y más, aunque él no tenga ni 200 pesos en el bolsillo, la cartera es un artefacto neoliberal, y su par de zapatos no alcanzaran el brillo de la grasa El oso.
Gil no deja de preguntarse qué pensará el ex presidente Liópez de la medianía en que viven sus hijos, la exhibición de lujos y gastos excesivos de los legisladores morenistas, las sospechas sobre los actos tabasqueños de Adán Augusto López y sus probables relaciones con La Barredora, de la casa de Noroña en Tepoz, wey. ¿Nada? ¿Un santo que mira la debilidad de los mortales?
No mentiréis ni robaréis
La secretaria de Gobernación puso énfasis en que “la austeridad republicana es la base de la justicia social de la cuarta transformación”, flanqueada, entre otros, por Arturo Ávila, Pedro Haces, Ricardo Monreal y Sergio Gutiérrez Luna; ah, estos, hombres honestos, acechados por la injusta medianía. Hay al menos una probabilidad de que Rosa Icela Rodríguez trajera un mensaje desde lo más alto. Ante el auditorio Aurora Jiménez repletado (gran participio pasado, al fin) por diputados, asesores e invitados, la titular de Gobernación dijo: “La austeridad no es un eslogan, es un principio rector de nuestro movimiento, de nuestro gobierno, es una filosofía de vida que se opone frontalmente al despilfarro y a los lujos del pasado. Desde los poderes Ejecutivo y Legislativo sigamos honrando el respaldo que Morena ha recibido de millones y millones de mexicanas y mexicanos, haciendo honor al origen de este movimiento”.
¿Tenenos un problema de disociación? La filosofía de vida de Haces, Monreal, Gutiérrez Luna, Noroña, López Hernández y etcéteras que los acompañan, como que no encaja con la filosofía de la que habla la secretaria de Gobernación. No hay disociación, ni la hubo, ni la habrá, aquí se trata meterle mano a los recursos públicos. Oiga, Gutiérrez, ¿qué hora es? Son los doscientos mil pesos y cuarto.
Regañiza
Gil lo leyó en una nota de Enrique Gómez de El Universal. El mensaje fue recibido por los integrantes del presídium con seriedad, sin inmutarse, mientras que la funcionaria fue interrumpida en tres ocasiones por aplausos esporádicos en señal de aprobación al regaño.
Al terminar su discurso, el diputado Pedro Haces, señalado por viajar frecuentemente a Estados Unidos, Italia, Francia, entre otros países, la felicitó con un apretón de manos. Al líder sindical le han criticado la posesión de un rancho de ocho hectáreas en el Ajusco, con plaza de toros, salón de fiestas y hotel, en donde realizó una fiesta en agosto del año pasado con los diputados electos.
Luego siguió el coordinador Ricardo Monreal, quien besó en la mejilla a Rosa Icela Rodríguez y la invitó a sentarse. En noviembre del año pasado, el líder morenista fue visto viajando en helicóptero, y al admitirlo, incluso, aseguró que lo hacía con frecuencia y lo seguiría haciendo.
A Monreal también se le cuestionó sobre su viaje a España, en julio pasado, por hospedarse, según reportaron los diarios, en un hotel de lujo, en donde tomó unos días de vacaciones, acompañado de su esposa. El líder de Morena en San Lázaro se defendió y dijo “tener derecho a viajar”.
Al presidente de la Mesa Directiva, Sergio Gutiérrez Luna, quien también se encontraba en el presídium, sentado a lado de Monreal, también se le ha criticado por sus relojes y otras cositas.
La funcionaria federal hizo el llamado a la austeridad, también en el marco del escándalo por la casa de 12 millones de pesos del senador morenista Gerardo Fernández Noroña; las vacaciones en Tokio del secretario de Organización de Morena, Andrés Manuel López Beltrán, y las vacaciones de varios legisladores en países europeos.
Ahora mal sin bien: la funcionaria llamó a los diputados de Morena a aprobar la reforma electoral que propondrá el próximo año el Ejecutivo, y “vencer” nuevamente a la oposición. Todo tiene su precio, caviló Gilga.
Todo es muy raro, caracho, como diría Jules Renard: “Si el dinero no te da la felicidad: devuélvelo”.
Gil s’en va