Política

Alcalde de cualquier parte

  • Columna de Elliott Ruiz
  • Alcalde de cualquier parte
  • Elliott Ruiz

Hace algún tiempo me encontré en redes con una desagradable publicación. Una de esas páginas hechizas llenas de bots lanzaba la siguiente encuesta: “¿Por qué municipio debería competir Fulano de Tal para alcalde?” Y se daban dos opciones: “Por San Juanito, like; por Pueblo Nuevo, me encanta”. (Estoy cambiando los nombres intencionalmente).

Al principio me causó gracia, pero después me di cuenta del fiasco que esto significa: en México, cualquier hijo de vecino puede gobernar un municipio en el que no vive, y peor aún, se puede ser hoy alcalde de un lugar y mañana de otro.

Voy a citar dos ejemplos muy evidentes que suceden en Nuevo León, pero seguro tienen sus réplicas en todas las entidades, hace falta nada más que echemos un vistazo. Primero, el priista Francisco Cienfuegos, quien fue alcalde de Guadalupe de 2015 a 2018; ahora es precandidato a la presidencia municipal de Monterrey. Sepa Dios dónde viva este señor, pero Guadalupe y Monterrey son dos ciudades muy distintas, aunque estén en la misma Zona Metropolitana.

Ahí le va uno más descarado, el ilustre Víctor Fuentes, alcalde de San Nicolás de los Garza de 2015 a 2018 y ahora candidato a la presidencia municipal de Monterrey, nada más y nada menos que por ¡Morena! El panista dejó su lugar en el Senado (al que llegó de panzazo), pidió la gubernatura, no se la dieron. Hizo berrinche, y ahora jura que gobernar Monterrey es su pasión.

Personajes como estos, que no tienen llenadera, nos demuestran que en la política lo que importa es tener hueso, no importa cuál ni importa dónde. El problema es que, según nuestra Constitución, los municipios están facultados para formular planes de desarrollo urbano, controlar el uso de suelo, otorgar licencias, entre otras muchas responsabilidades trascendentales.

Un presidente municipal que no conoce su municipio está condenado al fracaso, y entre las patas se lleva al Cabildo, al Ayuntamiento, al municipio y a los ciudadanos. El municipio es la base de nuestra organización política, desde ahí se empieza a gestar el desarrollo.

No se trata de ser alcalde por ser alcalde. Hacen falta candados legales para que nadie pueda gobernar un municipio en el que no vive y para que solo se pueda gobernar uno y ningún otro. De lo contrario, los municipios seguirán siendo como hijos no deseados, a merced de padres vividores y mezquinos.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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