Terminé recién de leer el libro El Código de la Mente Millonaria de Carlos Muñoz. Puede que lo conozcas por sus videos y que te caiga bien o mal, pero de que el señor tiene rollo para compartir, lo tiene.
Hacia el final, Carlos plantea la importancia de entender la diferencia entre inteligencia y mentalidad; la primera la relaciona con el conocimiento técnico sobre ciertos temas, y la segunda sobre la capacidad de motivarse, gestionar sus emociones y mantenerse enfocado. No pone una en mejor posición que la otra, sin embargo, prefiere la segunda, pues de ahí surgen las ganas de seguir intentando.
Y quiero relacionar ambos aspectos en tu perfil empresarial o emprendedor, así como con los perfiles de las personas que forman parte de tu equipo. Siendo claro: tu nivel de conocimientos no define tu liderazgo efectivo. En mi colaboración anterior te mencioné la importancia de mezclar las habilidades duras y blandas; la mentalidad es producto de las últimas, y genera un impacto más positivo.
Ahora, pensemos en tu equipo, ¿cuál es el perfil predominante? Al igual que con las habilidades, debes pensar en un equilibrio de personalidades para que fluyan los resultados. Repiensa tus procesos clave y reconoce cuáles son principalmente técnicos (saber y hacer) y cuáles más de gestión (decidir, ser), y evalúa las características de las personas involucradas. Tu especialista de RRHH puede ayudarte y asignar a la gente correcta a los puestos relacionados.
En resumen: tu perfil influyendo en los perfiles de personas en puestos clave, definirá la dinámica de tu organización, y a su vez, el desarrollo de tu marca y/o tu organización. Eso es gestión efectiva.
Frase de Mary Kay Ash para que apuestes por desarrollar mentalidades correctas, “Puedes llegar tan lejos como tu mente te permita”. Éxito.