Imagina que, un día cualquiera, uno de tus compañeros o colaboradores, que usualmente es cordial y participativo, llega a trabajar muy callado, desaliñado, retraído y hosco. Esa emoción que le caracterizaba hoy no está; su rostro parece una máscara de Halloween, trae joroba de Cuasimodo, y no se ve contento por el nuevo puesto que le dieron hace 15 días. ¿Te suena?
Estaba escuchando un capítulo del podcast de Mel Robbins (la traigo de moda), donde habla de cómo, a consecuencia de lo vivido con la cuarentena del COVID, algunas personas han perdido la capacidad de manejar el estrés.
Recordemos que el estrés es una respuesta física y mental que el cuerpo produce ante una situación que consideramos difícil, o un cambio -planeado o no- que no se está procesando de la mejor forma.
En un entorno organizacional, estas personas están generando conflictos de gestión y/o operación, lo que llega a resultar costoso a la empresa.
Por ello, Robbins, autora los libros “La Regla de los Cinco Segundos” y “Déjalos”, siempre enfatiza la importancia de reconocer a tiempo la falta de autogestión, considerándolo como un elemento que impacta a otros en menor o mayor medida y enrarece el entorno.
¿Por qué el tema es importante? Porque en el ámbito de la formación de capital humano, el tema de manejo del estrés no se ha incorporado adecuadamente en los programas de capacitación. ¿Y a qué me refiero con esto?
A que, en mi experiencia, las organizaciones no proporcionan información al instructor de, primero, el perfil psicoemocional de las personas a quienes dará un curso; y segundo, cuáles son los momentos clave de estrés del o los procesos en los que participarán los asistentes.
Y esto, en términos de lo que te expliqué al principio, resulta clave para enfocar el esfuerzo y capacitar de manera pertinente. No siempre los cursos o talleres de liderazgo, trabajo en equipo o de comunicación efectiva van a incluir el manejo del estrés.
Si el aspecto es relevante para la organización, debe indicársele al instructor. Si no se hace, se está entrenando en el entorno equivocado.
Por la salud mental de todos, apoyemos a la banda, y enseñemos (aprendamos) a manejar el estrés. Si persisten las molestias, consulte a su instructor de confianza.
