A 11 años de la cancelación del tren de alta velocidad entre México y Querétaro, proyecto en el que participaron empresas chinas, este 2025 marca el regreso de las compañías de esa nación asiática al sector ferroviario, aunque en un contexto totalmente distinto: bajo la lupa de Estados Unidos y Donald Trump.
En 2014, durante la administración de Enrique Peña Nieto, se generó un conflicto con Estados Unidos, entonces presidido por Barack Obama, por la aceptación de un proyecto ferroviario propuesto por empresas chinas, el cual tuvo que ser cancelado.
Ahora, el gobierno de Donald Trump ha externado su preocupación al de Claudia Sheinbaum por la participación de compañías chinas en diversos sectores de la economía mexicana.
En septiembre pasado, la Agencia Reguladora de Transporte Ferroviario (ARTF) informó que, en la licitación para la compra de 15 trenes de pasajeros del proyecto México-Pachuca, la empresa ganadora fue la china CRRC Zhuzhou Locomotive, en conjunto con México Railway Transportation, por un monto de 5 mil 846 millones de pesos (mdp).
La ARTF precisó que el contrato también incluye la puesta en servicio de los trenes, su mantenimiento y el equipamiento de talleres.
El proyecto ferroviario Ciudad de México–Pachuca tendrá una extensión de 57 kilómetros y contará con al menos ocho estaciones y paraderos, entre los que se encuentran las ciudades mencionadas, además de Téllez, Tizayuca, Xolox y Huitzila.
En entrevista con MILENIO, el especialista del sector y exdirectivo de empresas ferroviarias, Alfredo Nolasco, advirtió que esta situación “seguramente encenderá las alertas en Estados Unidos, ya que expresaron abiertamente su deseo de reducir la participación de firmas asiáticas”.
“No dudamos, ni tantito, que el gobierno de Donald Trump está tomando nota y, en algún momento, le dirá a México: ‘¿Cómo es posible que estén permitiendo la incursión de compañías chinas, cuando el objetivo es que tengan menos proyectos de ellos en Norteamérica?’”, afirmó.
Alertó que los equipos negociadores estadunidenses del T-MEC también manifestarán su preocupación por que México funcione como “puerta de entrada” de productos y servicios chinos al mercado norteamericano.
El especialista pronosticó que este tema saldrá a relucir durante la próxima revisión del tratado de libre comercio y podría convertirse en un problema.
“El gobierno de México se va a quedar en una situación complicada. Vas a tener que elegir: ¿qué vas a ganar? ¿Un tren a Pachuca y una ruptura del T-MEC?”, comentó.

¿Qué implica el nuevo proyecto ferroviario en México?
De acuerdo con datos de la ARTF, el tren de pasajeros Ciudad de México–Pachuca tendrá una extensión de 57 kilómetros y contará con al menos ocho estaciones y paraderos, incluyendo Téllez, Tizayuca, Xolox y Huitzila.
En agosto pasado, el gobierno federal informó que las obras llevaban un avance de 4 por ciento, por lo que se estima que estarán concluidas durante el primer semestre de 2027.
Se prevé que con este sistema se movilicen 108 mil personas al día, con un tiempo de traslado de una hora y 15 minutos.
Cabe destacar que en esta licitación iba a participar la empresa Alstom, proveedora de los convoyes del Tren Maya; sin embargo, decidió retirarse a última hora.
“Tras un análisis detallado de la convocatoria, hemos concluido que el conjunto de circunstancias no permite que presentemos una propuesta conforme a las condiciones establecidas”, indicó la firma.
¿Qué otros riesgos existen con las empresas chinas?
Según Nolasco, las compañías chinas, que responden directamente al gobierno de su país, no buscan márgenes de utilidad elevados, sino ganar mercado, por lo que suelen presentar ofertas muy económicas.
En estos casos, explicó, se ofrecen subsidios estatales o financiamientos no con el objetivo de obtener ganancias, sino de desplazar a la competencia.
De acuerdo con la ARTF, la propuesta de CRRC Zhuzhou Locomotive para el proyecto México-Pachuca fue de 5 mil 846 millones de pesos, casi la mitad de lo ofrecido por su competidor más cercano, CAF, cuya oferta fue de 9 mil 891 millones de pesos.
“Hay que tener cuidado, porque una vez que se les abre la puerta a las compañías asiáticas, tal vez después ya no podamos detenerlas”, advirtió Nolasco.
¿Qué sucedió con el tren México–Querétaro?
En noviembre de 2014, la empresa China Railway Construction Corporation (CRCC)formó un consorcio con empresas mexicanas, entre ellas Grupo Teya, filial de Grupo Higa, para obtener el contrato de construcción, suministro y operación del tren eléctrico de alta velocidad México–Querétaro.
El proyecto representaba un costo aproximado de 58 mil 951 millones de pesos.
Aunque en el proceso de licitación participaron 16 empresas, solo CRCC presentó una propuesta económica, ya que las demás solicitaron más tiempo para formalizar sus ofertas, lo cual fue rechazado por el gobierno.
Posteriormente, una investigación periodística reveló que Constructora Teya había recibido múltiples contratos millonarios cuando Enrique Peña Nieto era gobernador del Estado de México. También se descubrió que esta empresa construyó una de las casas del entonces presidente y de su esposa, Angélica Rivera.
Tras el escándalo, el gobierno federal decidió cancelar la construcción del tren México–Querétaro y, con ello, la participación de CRCC.
Este proyecto habría sido el primer tren de alta velocidad en el continente americano, con una velocidad de 300 km/h y un tiempo estimado de recorrido de 58 minutos.
MRA