No sabes cuántas veces he escuchado esto: “Profe, algo no está jalando con mis colaboradores, ¿podrías armarte unos cursos para prenderles la mecha?” No es literal, obvio, pero es la idea central de lo que recibo recurrentemente.
Y entonces, comienzo a aplicar el proceso usual: cuestionar para obtener más información, identificar los síntomas, hacer mi diagnóstico y plantear propuesta ad hoc.
Has de recordar que aquí he repetido esta frase: “La Organización es, lo que su gente es”; si existe un “problema” con los colaboradores, seguro hay algo en el entorno que es la raíz de eso, y las personas no van a cambiar hasta que ese algo sea resuelto satisfactoriamente.
¿Y qué es satisfactoriamente? Cuando el estrés que ese algo causa, desaparezca. Así de fácil. Las organizaciones deben comprender que, además de los cursos, hay otras herramientas que pueden aplicar para mejorar el entorno (mentorías y coaching, por ejemplo).
Pero cuando la sensibilidad de un grupo está alta, podemos aplicar un proceso de intervención, cuyo objetivo es detectar, desde lo anímico, los detonadores de la situación, y plantear, desde lo empático, alternativas para resolver, como grupo, eso que turbia el ambiente e impide trabajar a gusto.
Una de las herramientas que, en mi opinión, brinda muy buenos resultados, es el Lienzo de la Confianza.
Esta herramienta, basada en dinámicas con tableros canvas que seguro conoces, parte del diálogo abierto entre los colaboradores, y se llega a definiciones prácticas de conceptos clave como Claridad, Conexión, Compasión, Competencia, Compromiso, Contribución, Consistencia, Valores, y (sobre todo) clarificar qué es lo más importante para el grupo.
Siendo la persona inteligente que asumo que eres, sé que ya habrás identificado que, detrás de este ejercicio, el objetivo mayor es el generar nuevas reglas o acuerdos en el(los) equipo(s).
Esto implica, de parte de los líderes, resiliencia, asertividad y mucha (pero mucha) empatía. Así que, antes de llenar fechas con cursos de liderazgo, trabajo en equipo y shalalá, propicia espacios para realizar ejercicios como el Lienzo de la Confianza. Te aseguro que, además de tener mejores dinámicas de equipos, tendrás un clima laboral sano.
¿Lo probamos?