Es posible que la próxima gran habilidad profesional no sea negociar contratos ni liderar equipos, sino resolver un Sudoku en tiempo récord.
Aunque pueda sonar absurdo, LinkedIn, la red social de contactos profesionales, acaba de añadir un nuevo integrante a su familia de rompecabezas: Mini Sudoku. Un juego que, más allá de llenar ratos libres, busca medir el ingenio frente a compañeros de trabajo y empresas en una especie de campeonato global de inteligencia numérica.
No se trata de un pasatiempo improvisado. Este Mini Sudoku fue desarrollado en colaboración con Thomas Snyder, tres veces campeón mundial del juego, y promete retos diarios, un registro de logros y, por supuesto, la posibilidad de compararse con otros miembros de la red. El mensaje implícito es claro: la competitividad profesional ahora también puede medirse… en cuadrículas de 3x3.
Las cifras que presume LinkedIn llaman la atención. La plataforma afirma que 86 por ciento de quienes prueban sus rompecabezas regresan al día siguiente y 82 por ciento siguen activos una semana después.
¿Estamos frente a una estrategia para aumentar la interacción o ante un paso más hacia la gamificación de la vida laboral? Según LinkedIn, la Generación Z es la más activa en estos juegos, algo lógico, ya que se trata de un grupo poblacional que creció entre consolas, apps y cultura gamer.
Sin embargo, hay un matiz importante: LinkedIn no dice cuántas personas juegan realmente. Hablar de “millones” puede sonar impresionante, pero con mil 200 millones de miembros, ¿es mucho o es poco? A esa escala, el dato puede ser un océano o apenas una gota.
Lo cierto es que los resultados parecen satisfacer a la compañía: trimestre tras trimestre reportan niveles récord de participación, y estos juegos parecen ser parte de la fórmula. Tal vez la pregunta de fondo sea otra: ¿hasta dónde estamos dispuestos a mezclar lo lúdico con lo profesional? Porque, aunque pueda sonar anecdótico, LinkedIn nos recuerda que en la era digital… incluso en los negocios, también se juega.
