Mantener la temperatura del cuerpo estable y funcionalmente cómodo implica, tanto conductas específicas, como el diseño corporal que la naturaleza ha brindado a toda la biodiversidad.
En el caso de los humanos nuestra aliada es la energía que a través de infraestructura refresca el ambiente, pero se requiere contar con acceso a la electricidad y además el recurso para adquirir equipo de enfriamiento.
Por lo pronto lo pertinente es tomar abundantes líquidos y no exponernos al intenso sol entre las diez de la mañana y cinco de la tarde, pero… ¿y nuestras mascotas? Y todo el resto de los seres vivos que nos rodean de cerca o de lejos ¿cómo le hacen para lograr la termorregulación? En el caso de las mascotas, aves o mamíferos identificados como endotermos, usan el calor de su metabolismo interno para mantener una temperatura estable, y otros como los reptiles, peces o insectos son ectotermos pues adoptan la temperatura ambiental.
En el proceso fisiológico de regulación de temperatura el flujo sanguíneo es un protagonista,ya que mediante la vasoconstricción o vasodilatación, de los vasos sanguíneos cercanos a la piel,se retiene o pierde calor.
Las adaptaciones de los animales para liberar calor son diversas, como las grandes orejas de los conejos con una extensa red de vasos sanguíneos, para perder calor, el jadeo de animales como los perros que aumentan la evaporación en las superficies del hocico, pero son sensibles a los cambios de temperatura, sufren alergias, resfríos, falta de apetito e incluso depresión, requieren más agua, no exponerlos al Sol, cuidar sus patas del asfalto caliente, retirar el pelaje viejo, para que el nuevo les sirva de aislamiento,por lo que no es prudente raparlos en grado extremo, otros mecanismos son el sudor que elimina agua, potasio y sales minerales, los pelícanos, búhos, palomas realizan vibraciones guturales propiciando la evaporación por las membranas de la garganta, los baños de barro de los elefantes, hipopótamos, cerdos que no sudan pero el barro al enfriarse los refresca. Los insectos como las termitas construyen un sofisticado sistema de ventilación movilizando un volumen de tierra que equivalente a 10 km cúbicos reporta la revista Current Biology. Todo sea por una temperatura adecuada.
Para mejorar nuestro entorno sumemos a esta variedad de opciones, el mejor regulador de temperatura que son los árboles.