Política

Los mineros, los medios y el negocio

Yo creo que todas y todos en este país estamos deshechos con la historia de los mineros de Coahuila.

No hay manera de enterarse de eso y de no empatizar con ellos, con sus familias, con la sociedad.

Es un tema doloroso, infernal, ¿pero sabe qué es lo que más llama la atención? Las coberturas.

Vamos a decirnos la verdad: ésta es una muy mala temporada para los medios y las redes sociales porque muchas personas están de vacaciones y no hay un gran evento que “venda”, que conmocione a las multitudes como las elecciones, el Mundial de Futbol o las tragedias naturales.

¡Hasta los políticos más “vendedores” andan en otras cosas!

Resultado: la gente, en el mejor de los casos, está mirando contenidos diferentes, está luchando por distraerse, por vivir. ¿Y el negocio de las noticias? ¡“Bien”, gracias!

Imagínese usted que en medio de esto ocurre lo de Coahuila. ¡Bueno! A muchos noticiarios, emisiones de radio e “influencers” les “brillaron los ojitos” y esto ha sido casi, casi, como volver a los programas de nota roja de los años 90.

No doy crédito del nivel de sensacionalismo, del tono de las locuciones ni de la politización de una noticia tan terrible.

Ahora resulta que los presidentes de México, todos, son algo así como dioses que deben estar en todas partes, arreglándole la vida a las multitudes y regalando recursos, dinero y progreso a quien se les pare enfrente.

¡Para que luego se anden quejando de quién comienza primero con este juego de las percepciones presidenciales!

No, pero espérese, se pone peor porque, ¡claro!, la autoridad es incompetente, mentirosa y debe trabajar primero para los medios y las redes que para lo que en verdad tiene que atender.

Me queda claro que esto ya se convirtió en una especie de guerra por el “rating”, por los “views”, por los intereses políticos y hasta por los rencores personales, y no en periodismo.

Sí, en medio de esta “telenovela” también hemos visto coberturas pulcrísimas, de una claridad admirable y con unos valores de producción sorprendentes, pero son muy pocas en comparación con las otras.

¿Por qué le estoy comentando esto? Porque debo insistir en que es importante que reflexionemos sobre nuestros consumos de contenidos, en que debemos enchufar el cerebro antes de sumarnos a conversaciones “condimentadas” de origen, y en que urge escoger con sabiduría qué materiales vamos a compartir y qué materiales, no.

Por más mal que nos esté yendo, por peor que nos caiga un gobernante o por más ociosa que sea nuestra existencia, nosotros también somos parte de los procesos de la comunicación y también tenemos una responsabilidad en cada historia que nos llega.

La noticia de los mineros de Coahuila es particularmente triste.

¿Por qué en lugar de utilizarla, de venderla, de consumirla, no la aprovechamos para unirnos como nación, para mandarle un mensaje de respeto a todas esas personas y ayudar a sus familias?

¿Por qué en vez de divertirnos con esta desgracia y de esperar milagros de los gobiernos, no mandamos donativos, becas y otro tipo de apoyos como sociedad?

¿A usted no le gustaría? ¿No se le hace más útil? ¿Más humano?

Yo creo que todas y todos en este país estamos deshechos con la historia de los mineros de Coahuila. Busquemos la manera de ayudar, de ayudar en serio. ¿O usted qué opina?

Álvaro Cueva

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Álvaro Cueva
  • Álvaro Cueva
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  • Es el crítico de televisión más respetado de México. Habita en el multiverso de la comunicación donde escribe, conduce, entrevista, da clases y conferencias desde 1987. publica de lunes a viernes su columna El pozo de los deseos reprimidos.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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