Política

¿Qué somos?

  • En Corto
  • ¿Qué somos?
  • Alejandro Maldonado

Un árbol que es desarraigado de la tierra muere. Un pez que es sacado del agua muere. Y el hombre separado de Dios muere. La tierra sigue siendo tierra sin árboles; el agua sigue siendo agua sin peces. Y Dios sigue siendo Dios sin nosotros. Él no nos necesita; somos nosotros quienes necesitamos de Él, aunque lo neguemos o no nos demos cuenta de ello.

Dios no está sujeto a lo que cualquier persona piense de Él. Hay quienes creen que Dios no existe. Hay quienes consideran que Dios “es el mismo en todas las religiones, y solo cambia de nombre”. Sin importar los conceptos que nos hagamos de Dios, Él no cambia en lo absoluto.

Si tú acudes a la Biblia notarás una serie de aspectos impactantes que demuestran su veracidad incuestionable. Alrededor del año 800 antes de Cristo, el profeta Isaías escribió: “Dios está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos moradores son como langostas; Él extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar. Él convierte en nada a los poderosos, y a los que gobiernan la tierra hace como cosa vana”. (Isaías 40:22-23).

Sabemos que la tierra es redonda, -aunque en la actualidad hay quienes siguen pensando que es plana-, pero en la Edad Media, la Iglesia Católica adoptó la creencia en una Tierra plana y condenó como herejía cualquier idea contraria, como la noción de una Tierra esférica. Aquellos que desafiaban esta creencia, como Galileo Galilei, enfrentaban la persecución y la amenaza de muerte inminente. También a lo largo de la historia hemos visto “poderosos”, que desaparecieron de la escena, “como cosa vana”.

Dios no nos necesita, pero nos ama. Nuestra identidad está en Él, quien nos hizo a su imagen y semejanza. El pecado en nuestras vidas ha desdibujado el propósito divino, pero Dios no ha cambiado de parecer.

“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”, (Romanos 5:8). “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. (Juan 3:16).

Sin Dios no somos nada. Cree en Jesucristo. Él fue a la cruz tomando nuestro lugar de pecadores perdidos para asumir nuestro castigo. A cambio nos ofrece perdón y salvación eterna. Él vive. Vuélvete a Él, y lo verás.

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.