¿Qué harías si de pronto recibieras 36 millones de dólares? Ahora imagina que ese enorme monto lo tuviste en tus manos, pero en un abrir y cerrar de ojos lo perdiste todo sin utilizar un solo centavo.
Te platico. Resulta que alguien compró el billete ganador de la lotería de “Mega Millions” en un supermercado de Jacksonville, en la Florida; pero nunca se presentó a reclamar el premio, por lo que el pasado domingo venció el plazo para que pudiera hacerlo.
No es la primera vez que ocurre algo similar en Estados Unidos. En el 2021 un premio de la lotería de 26 millones de dólares se perdió, porque una mujer lavó por equivocación el boleto ganador con la ropa sucia, y este ya no pudo hacerse válido. También, en el 2011, y por causas desconocidas, un premio de 77 millones de dólares no fue reclamado en Georgia. ¡Te imaginas!
Pues bien, hay algo de valor incalculable que te pertenece; que “ganaste” sin haber hecho absolutamente nada para obtenerlo. Me refiero al perdón de tus pecados, a la salvación eterna, y a la presencia continua del mismísimo Creador del Universo en tu vida.
Sin importar si crees o no en Dios, ni las ideas que tengas de Él. Dios envió a su único y amado hijo Jesucristo a este mundo con un solo propósito: Que muriera por ti y por mí en la cruz, recibiendo sobre sí mismo el castigo que tus pecados y los míos merecían.
Ofender a un Dios eterno tiene consecuencias eternas, por eso nuestro rescate implicó el sacrificio del eterno Jesucristo. Esto quiere decir que todos -sí, todos- tus pecados ya fueron perdonados. También significa que el Cielo está a tu alcance para que eternamente vivas con un gozo inmensurable. Pero no solo eso, la presencia de Dios mismo en tu interior te es concedida.
Pero… Nada de esto será posible sin que “hagas efectivo” lo que te pertenece. Lo único que tienes que hacer es creer en Jesucristo: “Porque por gracia son salvos, por medio de la fe, y esto no de ustedes, pues es un don de Dios. No por obras para que nadie se gloríe”, Efesios 2:8-9.
No importa la condición en la que te encuentras, para Dios nada es imposible. Ven a Jesús por fe; dale gracias por lo que hizo, y pídele que venga a morar a tu corazón. Él promete perdonarte, salvarte y estar contigo aquí y por la eternidad. Cree en Él y salvo serás.
