La traducción literal del francés al español es “con patas de cerdo”. El restaurante premium del exclusivo hotel Presidente Intercontinental de Polanco captó la atención mediática la semana pasada, cuando al menos una ministra fue vista ahí cenando después de la sesión de instalación de la nueva Suprema Corte.
No fue celebración en grupo como se dijo en un periódico, la nota estuvo muy mal reporteada, por cierto. Sin embargo, dado el revuelo que causó el tema, parecía un lugar que evitaría cualquier integrante de la 4T.
Pero como les vale todo, hubo quien este fin de semana consideró una buena idea degustar ahí algunos platillos.
En este caso no me lo contaron, yo lo vi.
El austero comensal cuatroteísta era Francisco Garduño, ex comisionado nacional de Migración, acusado penalmente por omisión en el incendio de la estación migratoria de Ciudad Juárez que dejó 40 muertos y 27 lesionados.
Su proceso está suspendido, pero aún tiene que cumplir con varias condiciones para librarse del “problemita” en el que se metió, del cual nunca se arrepintió y por el cual, hasta la fecha, no ha ofrecido la disculpa pública a las víctimas y sus familias. Como tiene hasta septiembre de 2026 para cumplir con esas condiciones, hoy disfruta de su tiempo libre.
Con guayabera blanca con flores de colores bordadas, acompañado de su familia, el sábado por la noche degustó algunos platillos suculentos del mencionado restaurante. Uno de los que suele frecuentar, pues es bien sabido que tiene buen paladar.
Cuando me vio se notó nervioso y con sus acompañantes parecía estar hablando de mí. Cómo no, si he cubierto el caso desde el día siguiente de que ocurrió y en campo. Presentando testimonios de sobrevivientes, familiares de las víctimas, personal del INM injustamente acusado y abogados. Definitivamente no deseaba verme en ese mismo lugar.
Recordé a aquel otro señalado penal, que aprovechándose de sus privilegios judiciales se fue a cenar al Hunan de Las Lomas y, una vez expuesto por la periodista Lourdes Mendoza, terminó tras las rejas con el cambio de medidas cautelares que la Fiscalía General de la República pidió modificar por órdenes de Palacio Nacional.
Mientras decenas de familias siguen lamentando lo ocurrido en aquel incendio y miles de migrantes sufrieron de sus políticas represivas cuando estuvo en el cargo, al que se aferró hasta mayo, el ex comisionado disfruta plenamente de su libertad.
No cabe duda, en la 4T les tienden la mano y la toman au pied de cochon.