El río Pánuco, que ha dado vida y comercio al sur de Tamaulipas por casi dos siglos, también es verdugo silencioso de sus viejos edificios. En Tampico, los más cercanos a sus aguas, en la franja del mercado y la zona portuaria de esta ciudad, son los que hoy muestran cicatrices más profundas: muros vencidos, columnas fracturadas y techos que se desploman como si fueran de papel mojado.
El Hotel Progreso fue la advertencia más brutal. Levantado a unos pasos del Pánuco, en la calle Pedro J. Méndez, en pleno Centro Histórico, se vino abajo en la madrugada del 5 de octubre de 2023, tras una lluvia torrencial.
Tenía casi un siglo de historia. Quedó reducido a polvo y escombro en cuestión de segundos, confirmando lo que los ingenieros habían advertido: las cercanías del río guardan un riesgo latente.
Especialistas lo explican con números y geología: el terreno es arcilloso, compresible, incapaz de sostener por siempre las pesadas estructuras que se construyeron en épocas donde no había pilotes ni acero. Con el paso de los años, el suelo se hunde y con él los edificios, que terminan agrietándose como huesos viejos.

Caminar por Héroes del Cañonero, la antigua calle Ribera, es entrar en un corredor de ruinas. Ocho cuadras de construcciones centenarias que hoy exhiben grietas abiertas, árboles que crecieron sobre sus techos y fachadas que se desmoronan ante el más leve aguacero. Es el cinturón del olvido a unos metros del río que alguna vez les dio esplendor.
Investigaciones en curso
Rafael Benavides Osorio, presidente del Colegio Mexicano de Ingenieros y Arquitectos, indicó que “los edificios que están más cerca de los cuerpos de agua nos hemos dado cuenta de que son los que se deterioran”.
El especialista advirtió que sí podría haber mayor afectación al patrimonio arquitectónico en esa zona de la ciudad, donde el terreno es más complicado por su composición arcillosa. Esto quedó de manifiesto durante la construcción de los nuevos mercados —inaugurados en 2020—, cuando la piloteada generó problemas por la inestabilidad del suelo.
“Esos edificios están en la zona A (la cual consideran con mayor cantidad de riesgo). Nosotros encontramos a lo largo de todo lo que hemos hecho que los edificios que están en dicha área son los más riesgosos”, explicó el presidente del colegio.
Detalló que el riesgo se debe a que “el suelo es muy compresible (arcilloso), entonces cuando se construye el edificio y con el tiempo se va desplazando verticalmente, en ese desplazamiento, pues se va agrietando”.
En la calle Héroes del Cañonero (antigua Ribera) también existe un conjunto de edificios con más de un siglo de antigüedad, un cinturón histórico de aproximadamente ocho cuadras. Muchas edificaciones ya presentan desplomes por el mal estado, la flora parásita —árboles de hasta un metro y medio creciendo en sus techos— y, sobre todo, el abandono de sus propietarios.
Benavides Osorio añadió que, en esos edificios viejos, que superan o están cerca del siglo de antigüedad, “no se les pusieron castillos o cadenas, ¿por qué? Porque así se construía en aquella época. Entonces son los que están en más riesgo”.
El hotel que encendió las alarmas
El Colegio Mexicano de Ingenieros y Arquitectos se suma ahora a la iniciativa del gobierno municipal de Tampico para realizar una radiografía del estado de los inmuebles en el Centro Histórico, con apoyo de especialistas de la Cámara de la Construcción, la Facultad de Arquitectura e Ingeniería de la Universidad Autónoma de Tamaulipas y organizaciones civiles.
La alerta surgió tras el colapso del Hotel Progreso, cuyos daños estructurales eran graves. La madera apuntalaba el cemento, reflejando un método de construcción anterior a la prioridad del uso de acero para sostener edificaciones de dos o tres niveles.
Al recorrer calles como Pedro J. Méndez, en la zona de mercados, Héroes del Cañonero y en general el Centro Histórico, cercano al río Pánuco, se observa la riqueza histórica, pero también el deterioro de inmuebles, la mayoría desocupados.
La construcción, que no resistió la lluvia del 5 de octubre de 2024, fue demolida; hoy el espacio se encuentra limpio y sin rastro del hotel.

Rafael Benavides destacó que el objetivo de los expertos es ubicar los riesgos, calificarlos y tratar de localizar a los dueños para devolver vida a las edificaciones, muchas de ellas en “terapia intensiva” por falta de mantenimiento.
Detalló que, junto a Protección Civil, Desarrollo Urbano y Obras Públicas, han revisado aproximadamente 40 edificaciones, algunas de las cuales deben apuntalarse. Se estima que entre el 15 por ciento y 20 por ciento de las construcciones, históricas o no, presentan severos daños estructurales, aunque con posibilidades de mejora.
Plan de mitigación
Este viernes 5 de septiembre inició formalmente el plan de mitigación de riesgos estructurales denominado “Edificio Seguro”, encargado por la alcaldesa morenista Mónica Villarreal Anaya a José Antonio Marín Flores, director de Protección Civil de Tampico.
La finalidad es tener un diagnóstico claro sobre los riesgos en los edificios de la ciudad, especialmente en el Centro Histórico, zona recorrida por turistas prácticamente todo el año.

La alcaldesa reconoció la problemática durante la presentación del proyecto y señaló que el turismo en Tampico creció hasta 35 por ciento. Una de las áreas más visitadas es el Centro Histórico, con sus mercados, la ex Aduana, la Plaza de la Libertad, la zona portuaria y el viejo rastro.
Especialistas como Benavides aseguran que siempre será mejor detectar riesgos para recuperar el patrimonio y la historia de la ciudad, la cual enamora a visitantes con su arquitectura. Algunos la comparan con “la nueva Nueva Orleans”, por el parecido de sus edificaciones con la ciudad de Luisiana, a orillas del río Misisipi.
El plan se desarrollará en fases. La primera consiste en identificar riesgos en los edificios y calificarlos. Cada construcción del primer y segundo cuadro de la ciudad recibirá una calificación pública.
“Lo primero es la calificación, la cual va del uno al cuatro, es decir, la edificación que en mejor estado esté tendrá un cuatro y la que esté a punto de caerse se va a quedar con un uno, el que deberá tener una atención prioritaria de parte de la autoridad municipal”, precisó el especialista.
La radiografía completa de los edificios estará disponible en la página de Protección Civil de Tampico, para consulta ciudadana. Es la primera ocasión que se realiza en la historia de la ciudad, ya que los gobiernos anteriores evitaron abordar el tema.
Drones y tecnología
Históricamente, los edificios —desde los que superan el siglo hasta los de 50 o 60 años— han sido un pendiente para las administraciones municipales, debido a tragedias como la caída de marquesinas.
En agosto de 2020, en la calle Carranza, una pesada placa de cemento colapsó en pleno mediodía sobre personas que hacían sus compras en una zona comercial. El saldo fue la muerte de una joven de 19 años y varios lesionados.
En 2025, la marquesina ya no existe, el negocio sigue, pero la alerta permanece en las más de 85 manzanas que conforman la zona centro de la ciudad, donde conviven patrimonio histórico y nuevas construcciones, ambas vulnerables si no reciben mantenimiento.

El director de Protección Civil, José Antonio Marín Flores, aseguró que en este nuevo reto de seguridad se empleará tecnología: sobrevuelos con drones para revisar techos y escáneres para conocer el estado interno de las edificaciones, detectar daños en varillas, metal o madera, y evaluar riesgos no visibles a simple vista.
El objetivo es reducir los riesgos antropogénicos que han crecido con el paso de los años en una ciudad que teme a huracanes, tormentas y lluvias intensas, fenómenos que cada vez que llegan tumban edificios.
JETL