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Pasó de tener miedo a vivir sin frenos: la historia de Ana Sofía, la primera piloto de carreras trans en México

Parte 4: Ana Sofía Villaseñor, la piloto que representa a la diversidad en el automovilismo mexicano

La joven nacida en la CdMx desafía los prejuicios en espacios históricamente masculinizados

Cuando Ana Sofía Villaseñor pudo visitar el Museo de Ferrari en la provincia de Módena, en Italia, quedó maravillada. Para ella como ingeniera, diseñadora y piloto de carreras, conocer las entrañas de una de las más aclamadas fabricantes de automóviles fue un sueño hecho realidad.

Su pasión por las pistas tiene prácticamente la misma edad que su memoria, pero durante una gran parte de su vida este sentimiento coexistió con el temor de mostrarse como es: una mujer trans. Para conocer más sobre su historia, MILENIO entrevistó a Ana Sofía, quien se convirtió en la primera piloto profesional de carreras en México con una identidad de género no normativa.

"Crecí en un pit de carreras"

"Yo aprendí muchas ideas un poco erróneas sobre lo que le va a pasar a la gente como yo. A veces me decían que nadie me iba a querer o nadie me iba a respetar, entonces me daba miedo incluso interactuar o saludar a la gente", son las palabras con las que Ana Sofía recordó las inseguridades que la acechaban durante su juventud y el inicio de la adultez.

A lo largo de su vida, la joven de 31 años se ha desenvuelto en espacios históricamente masculinizados, en los que predominan las prácticas y discursos machistas.

Ana Sofía Villaseñor, piloto trans de carreras de México
Ana Sofía Villaseñor corre con el equipo Automobile Races y aspira a competir en eventos internacionales | Especial

​Por un lado, estudió Ingeniería Mecánica y Eléctrica en la Universidad Iberoamericana, una carrera descrita por ella misma como "la más machista" dentro de su área, pero que captó su atención debido a la ciencia que hay involucrada en el diseño y fabricación de maquinarias.

Asimismo, desde que tuvo su primer acercamiento al mundo del automovilismo —entre los dos y tres años de edad—, su entusiasmo por ello no ha dejado de crecer. 

"Mi papá es un apasionado de los coches y las carreras, él también fue piloto y es ingeniero mecánico. Yo nací básicamente en las carreras, desde que tenía como tres años mi papá me subía a su moto. Básicamente mi hermano y yo crecimos en un pit de carreras", dijo al recordar algunos pasajes de su niñez.

Para muchas personas, el conducir un vehículo a alta velocidad en los circuitos puede generar un miedo inmenso, pero para Ana Sofía es una actividad que tiene incluso una dimensión espiritual.

"Las carreras son parte de mí, de mi infancia y de lo que mis papás representan para mí, entonces le he encontrado un buen de significados filosóficos, me encanta la cercanía con el peligro y con la muerte que hay todo el tiempo".

Además de las emociones que le despierta el hecho de ir al volante o de presenciar una competencia en la pista, el automovilismo le ha regalado a Ana varios momentos que recuerda con gran cariño, incluida la visita a la fábrica de Ferrari.

"Mi hermano y yo competimos en un campeonato nacional de karts. El ganador de México se iba a competir contra 20 pilotos de todo el mundo y yo quedé en séptimo, pero mi hermano ganó. Me tocó acompañarlo a Italia a una expo muy importante de coches de carreras y pudimos ir al Museo de Ferrari. Yo soy muy fan de esa escudería desde toda la vida, como diseñadora, ingeniera y piloto de carreras, sus coches me fascinan, yo creo que ese es uno de los objetos más sofisticados y bellos que puede producir la humanidad".

El bache en su carrera como piloto

"Correr autos es absurdamente caro. Un día de entrenamiento de superturismo —la categoría de autos grandes más barata en México— te puede llegar a costar unos 15 mil pesos, de ahí para arriba. Ya si te quieres ir un fin de semana entero a practicar en un Fórmula 4 —la máxima categoría en el país—, estamos hablando de gastarte unos 300 mil pesos entrenando", explicó Ana Sofía durante la conversación.

En su formación como piloto profesional, Ana Sofía ha logrado reducir algunos costos gracias a los patrocinios, pero también ha tenido que realizar otros trabajos, como cargar cajas, para disminuir el impacto en su bolsillo. "De otra forma, no habría manera, no lo estaría practicando como deporte".

Ana Sofía Villaseñor, piloto trans de carreras en México
Ana ha tenido que hacer múltiples sacrificios para poder participar en competencias | Especial

Fue precisamente debido a esto que, durante un período de casi ocho años, se vio obligada a abandonar los circuitos. "Cuando terminé la universidad y me independicé, no me alcanzaba el dinero para correr. Fueron ocho años en los que no toqué un coche de carreras ni me paré en una pista", precisó.

Logró reincorporarse gracias a que su actual equipo, Automobile Races, le brindó el voto de confianza que nadie más le había dado. "Nadie quería que corriera sus coches, como que no confiaban en mí por el tiempo que llevaba sin correr. Regresando, participé en una carrera en la que quedé en cuarto lugar sin haber practicado, entonces regresé a mi casa con la satisfacción de que aún sabía hacerlo".

"No me acomodaba viviendo como hombre"

"Desde que tenía unos dos o tres años sentía ganas de ser una niña. A lo largo de mi vida, diferentes cosas me hicieron ver que yo no me acomodaba viviendo como un hombre. Realmente nunca me identifiqué con lo que en la sociedad implica ser un hombre. En mi infancia veía los vestidos y decía 'Wow, yo lo quiero' y ni siquiera he encontrado una razón específica. Es lo que fluye en mí", narró Ana Sofía.

Los miedos que no se cumplieron

Debido a los prejuicios existentes en la sociedad y las ideas con las que creció, Ana se sentía insegura de compartir detalles sobre su identidad con su núcleo familiar o con las personas con las que convivía en los entornos académico y profesional. Sin embargo, a diferencia de muchas otras historias, ella "tuvo suerte".

Su familia más cercana se impactó con la noticia, pero con los años "cada quién lo ha ido asimilando a su manera". Según lo que comentó en la charla, quien más espacio ha necesitado es su papá. "Yo no tengo ningún problema con él y no lo juzgo, entiendo que él tiene su propia carga de educación, creció en otro momento histórico y esa es su manera de reaccionar, pero sé que aún me quiere", apuntó.

En el área del automovilismo, Ana consideró que "me ha ido mucho mejor de lo que yo pensé que me iba a ir", dado que es un ambiente "con una terrible fama de machismo".

"Ya que estás ahí, ves que las personas son precisamente esto, personas, y su tú tratas bien a los demás, eso se refleja en cómo te tratan. Nunca se han metido conmigo de forma agresiva o violenta, sorpresivamente me han tratado bien. Sentí mucho miedo por cosas que nunca pasaron".

Hasta donde se sabe, Ana Sofía es la primera mujer piloto trans en México y América Latina, lo cual ocurrió sin que ella se lo propusiera. "No es que yo me haya puesto ese objetivo, simplemente a mí me encantan las carreras, es mi mayor pasión y sucedió que terminé ahí siendo yo", sostuvo.

Entre sus principales aspiraciones están participar como piloto en las 24 Horas de Le Mans (en Francia), o bien, trabajar como ingeniera durante ese evento. Otros proyectos que considera más asequibles son producir al menos uno de los coches que ella misma ha diseñado y hacer realidad alguno de los bocetos que tiene para palos de golf.

BM.

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Baruc Mayen
  • Baruc Mayen
  • Editor digital en la Unidad de Crecimiento de Milenio. Especialista en investigaciones a profundidad sobre derechos humanos, violencia y seguridad. Comunicólogo egresado de la FCPyS de la UNAM y apasionado de la fotografía.
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