"El gran adeudo a los trabajadores del municipio es una de las mayores debilidades que tenemos", dijo en una breve entrevista Gisela Mota Ocampo un par de días antes de asumir el cargo como alcaldesa de Temixco, en el estado de Morelos. Fue la primera mujer en llegar a la cabeza de ese Ayuntamiento.
Durante su campaña aseguró que le cerraría las puertas a la corrupción y expresó su respaldo al modelo de Mando Único para que las autoridades estatales se ocuparan de las labores relacionadas con el combate a la delincuencia. Su gobierno duró menos de 24 horas.
Gisela Mota fue asesinada en su casa antes de que pudiera emprender cualquiera de las acciones que vislumbraba en su proyecto como presidenta municipal. Su crimen no fue sólo una muestra de la violencia a la que se enfrentan las autoridades locales, sino que sembró múltiples dudas sobre las motivaciones y autores intelectuales. ¿Qué ocurrió con este caso? En MILENIO te contamos.
¿Quién era Gisela Mota Ocampo?
Durante los últimos días de 2015, Gisela Mota se preparaba para tomar las riendas del municipio de Temixco y, a la par, celebraba la llegada de un nuevo bebé a la familia.
"El regalo de año nuevo de la familia. Sin duda el mejor regalo que Dios nos pudo mandar: mi sobrinito", escribió en sus redes sociales para acompañar una foto en la que aparecía cargando al recién nacido.
Gisela Raquel Mota Ocampo nació el 13 de marzo de 1982 en Temixco. Cursó la licenciatura en Derecho entre los años 2001 y 2006, pero comenzó a involucrarse en las filas del Partido de la Revolución Democrática (PRD) poco antes de concluir la carrera.
Con una experiencia de tres años como pasante en un despacho jurídico, Gisela Ocampo se desempeñó como secretaria de Asuntos Juveniles del PRD en su municipio natal. Con el paso de los años, su compromiso con la organización la hizo acreedora de múltiples cargos: consejra estatal, consejera nacional y secretaria de Educación Democrática y Formación Política.
Abanderada por el partido del sol azteca se desempeñó como diputada federal plurinominal entre agosto de 2012 y junio de 2015.

Durante el período de campañas, representantes del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y el Partido Acción Nacional (PAN) presentaron un par de quejas ante el Instituto Nacional Electoral (INE) para denunciar a la entonces candidata perredista por inversiones en publicidad supuestamente mayores a las permitidas. La investigación del órgano electoral competente determinó que los señalamientos eran infundados.
En las elecciones del 7 de junio de 2015, Gisela Mota Ocampo se llevó la victoria al obtener 11 mil 837 votos, por encima de los ocho mil 708 obtenidos por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Una trágica mañana de sábado
El reloj marcaba las 07:12 horas del sábado 2 de enero de 2016 cuando el C5 de Temixco recibió las primeras alertas sobre una mujer lesionada por impactos de bala. Era la alcaldesa.
Un comando de hombres armados llegó a su domicilio, en la colonia Pueblo Viejo, y llamó a la puerta. Juana Ocampo Domínguez —madre de Gisela que encabezó el Ayuntamiento entre 2021 y 2024— abrió para ver quién era y los agresores entraron de forma violenta. Fueron por Gisela hasta su recámara, la llevaron a la entrada y la asesinaron.
Los atacantes emprendieron la huida a bordo de dos vehículos mientras una unidad del Mando Único desplegó a sus elementos para ubicarlos. Durante la persecución, los sicarios se enfrentaron a tiros con los uniformados, lo que dejó un saldo de dos agresores muertos: William Rivera Ortiz (alias El Primo) y Gustavo Villa Mejía (El Perro).
Poco después, las fuerzas de seguridad confirmaron las primeras detenciones relacionadas con este caso: Jordan 'N' (18 años), Nora 'N' (32 años) y Alexis 'N' (17 años).
Un ex alcalde y un grupo criminal: el rumbo que tomó la investigación
Desde la primera etapa de la investigación circularon versiones sobre una aparente conexión entre las convicciones políticas de Gisela Mota y su asesinato.
Un par de días después del crimen, el entonces gobernador Graco Ramírez Garrido reveló que, acorde con las indagatorias, los responsables del homicidio serían miembros del grupo criminal conocido como Los Rojos. De manera simultánea, las denuncias apuntaban a otras figuras de la esfera política.
Miguel Ángel Colín, alcalde que precedió a Gisela Mota, estuvo bajo investigación por este caso, aunque nunca se identificó plenamente su participación. Juana Ocampo Domínguez señaló en varias ocasiones al ex munícipe por un supuesto vínculo entre sus negocios personales y el adeudo del Ayuntamiento con sus trabajadores, un tema que Gisela pretendía resolver.
Otro de los políticos cuyo nombre salió a relucir en aquellas fechas fue Fidel Demédicis, entonces senador del PRD, pues fue mencionado por la familia de la víctima como probable implicado a través de una denuncia. Más allá de las acusaciones, la presunta participación de Demédicis en este caso tampoco se confirmó.
Once meses después del asesinato, la Fiscalía de Morelos presumió la resolución del caso con la emisión de sentencias contra cuatro personas: Jordan 'N', Nora 'N', Ángel 'N' y Carlos Jonathan 'N' —estos últimos dos detenidos el 19 de febrero de 2016 en Miacatlán—.
La autoridad judicial encontró penalmente responsables a estas personas por el delito de homicidio calificado, por lo que emitió una condena de 45 años de cárcel contra cada una, así como la obligación de pagar 730 mil 400 pesos por concepto de reparación del daño.
Alexis 'N', quien era menor de edad cuando fue capturado, enfrentó un juicio oral que permitió demostrar su participación en el crimen, por lo que fue sentenciado en junio de 2016 a
nueve años de internamiento.
Durante su primer interrogatorio, captado en video por policías, Alexis confesó haberse involucrado con el cártel de Los Rojos para cometer actos de extorsión contra negocios locales e incluso reconoció su responsabilidad en la emboscada contra Mota Ocampo.
Como MILENIO dio a conocer en ese entonces, las declaraciones de la familia de Gisela fueron claves para procesar a Alexis 'N', pues fue identificado como uno de los sujetos que entró al domicilio aquel 2 de enero.
Pese a la identificación de algunos de los autores materiales del crimen, Juana Ocampo ha lamentado la incapacidad para ubicar a quienes dieron la orden de matar a su hija. En reiteradas ocasiones, la ex presidenta municipal ha sugerido que a "alguien" no le convenía la llegada de Gisela a la administración municipal. A más de nueve años de su muerte, existen más dudas que respuestas sobre el caso.
BM.