En México, solo 45 de cada 100 mujeres participan en el mercado laboral, contra 75 de cada 100 hombres. Sí la participación de la mujer estuviera en el mismo nivel que los hombres, el ingreso per cápita sería hasta 22% más alto. Lo dice el Inegi y el Banco Mundial.
Algunas estimaciones del Banco de México han señalado que el PIB podría crecer al menos 15 puntos porcentuales en el mediano plazo si la mujer tuviera una participación laboral plena.
La doctora Claudia Goldin, premio Nobel de Economía 2023, una de las personas que mejor ha estudiado el impacto de la participación de las mujeres en el mercado laboral lo confirma.
En su libro Carrera y familia (Taurus, 2024), documentó cómo durante gran parte del siglo XX el mercado laboral estuvo cerrado para las mujeres y después se fue abriendo pero representó una disyuntiva brutal: optar por el trabajo o la familia.
Goldin cuestiona por qué durante las últimas décadas, a pesar de que las mujeres tienen mayores niveles de educación, mayor participación en el mercado laboral y la posibilidad de postergar la maternidad, continúan percibiendo menores salarios y mayores obstáculos para obtener mejores trabajos, la respuesta: la tensión entre el trabajo —sus horarios— y el cuidado de los demás.
Ante la falta de espacios para dejar a sus hijos mientras trabajan, son ellas quienes recurren a empleos más flexibles, informales y limitan su crecimiento profesional por no abandonar las tareas de cuidados.
La doctora Claudia Sheinbaum entendió completamente este problema durante su experiencia como alcaldesa de Tlalpan y cuando gobernó Ciudad de México. Lo confirmó durante sus recorridos por el país antes de ser Presidenta pues fue una de las peticiones que más recogió a lo largo de sus encuentros con el pueblo de México.
No fue casualidad que iniciara su campaña en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde se reunió con madres y mujeres trabajadoras del sector de la maquila y se comprometió a crear el Sistema Nacional de Cuidados y comenzar con uno de sus principales componentes: los Centros de Educación Inicial.
Por la experiencia del Seguro Social en esta tarea, nos encargaron construir una propuesta para hacerlo realidad. La Presidenta pidió que hiciéramos algo integral: que atendiera las necesidades pedagógicas y sociales, al tiempo de ser arquitectónica y presupuestalmente viables mediante modelos replicables, considerando además la oportunidad económica: enlazarlos a los Polos de Desarrollo de Bienestar.
Ya lo hicimos y hoy ya estamos construyendo los nuevos Centros de Educación y Cuidado Infantil (Cecis IMSS). En Chihuahua ya se construyen cinco y en Baja California, la semana pasada comenzamos el primero, no fue en cualquier lugar, fue en San Quintín, un lugar histórico, donde estamos apostando por incrementar la incorporación de las mujeres jornaleras a la formalidad, al tiempo que garantizamos que hacerlo signifique mejoras en el cuidado de sus familias.
Allá en San Quintín una jornalera con lágrimas nos expresó que se había cumplido un sueño: un lugar seguro para que sus hijos crezcan mientras ellas trabajan.
El 7 de agosto pasado, la Corte Interamericana de Derechos Humanos declaró la necesidad de reconocer el derecho humano al cuidado. La Presidenta en los hechos, desde el 1 de octubre de 2024, ya había comenzado.