Las explicaciones científicas tras 5 años de sequía, pero con precipitaciones muy altas en los últimos 24 meses, van dirigidas a las repercusiones generadas por la naturaleza donde cualquier cambio en los pronósticos del clima empieza a tener tintes extremos. Lo vemos en muchas partes del mundo y en México, caso especial Tamaulipas, no es la excepción.
En los mensajes del sector empresarial y especialistas hídricos hablaban de la situación vivida en 2024, con una etapa de primavera sin agua en los sistemas lagunarios alrededor de Tampico y su zona conurbada. Hoy, estamos a niveles muy por encima de los requeridos en la capacidad de los vasos lacustres naturales, a expensas de los proyectos de infraestructura como el dique El Moralillo.
Prácticamente en dos semanas las lluvias dejaron en cantidad suficiente para desbordar presas, ríos, arroyos, anegar calles y colonias, hasta destrozar parte de las carreteras. El impacto de movilidad y económico, todavía incuantificable, es la duración pero real muestra de una entidad cuyos eventos son muy intensos.
Ahí se entiende la visita de Laura Velázquez Alzúa, la coordinadora nacional de Protección Civil a esta localidad, junto con el gobernador Américo Villarreal, los alcaldes Mónica Villarreal, Armando Martínez de Altamira y Erasmo González de Ciudad Madero, además de los mandos federales y estatales, para evaluar los daños y prepararse por el incremento de los grandes afluentes.
Pero hagamos también un poco de memoria. En el invierno se suscitaron ondas muy gélidas que, al menos en la última ocasión, alcanzaron los 10 grados centígrados bajo cero. Para las comunidades fueron días complicados, aunque en paisajes como las montañas el esplendor de la nieve nos dejaron imágenes para el recuerdo.
En la otra cara de la moneda, las temperaturas en verano se ubican arriba de los 32 grados, sin importar encontrarse en Tampico, Ciudad Victoria o la frontera. No dejamos pasar que en Reynosa en marzo pasado, una tormenta colapsó por completo al municipio más poblado de la entidad.
Nos encontramos en la era del cambio climático. Lo acontecido en los últimos años es la muestra perfecta.
¿Qué hacer? Prepáranos para lo que venga, sin dejar atrás esas acciones para cuidar el medio ambiente.