Ayer se estrenó el nuevo capítulo de South Park, y uno de sus temas principales es el proceder de ICE (Immigration and Customs Enforcement). Y esto no es cosa menor en tiempos de redadas en Home Depot, deportaciones a países que ni siquiera son el lugar de origen de las personas, y un ambiente de franco terror para millones en Estados Unidos. Todo esto cobra más fuerza porque, apenas hace dos semanas, la Casa Blanca condenó al programa por “irrelevante”. Esto, después de que South Park iniciara su temporada burlándose sin piedad del presidente Trump —con Satanás incluido en la cama, y todo. Irrelevante o no, Paramount acaba de pagar 1.5 mil millones de dólares por sus derechos de streaming, lo cual le da un nivel de “irrelevancia” bastante rentable.
Pero antes de entrar al episodio, hablemos del tráiler. En él aparecen agentes de ICE actuando sobre los habitantes de South Park. Y sí, el mismísimo Departamento de Seguridad Nacional (Homeland Security) tomó esas imágenes —que claramente los satirizan— y las usó en sus redes sociales para promover vacantes en la agencia. Sí: usaron un sketch donde son el blanco del chiste para buscar empleados. Lo que antes era una cuenta institucional y aburrida ahora parece compartir community manager con La casa de los famosos (con todo respeto para el reality show, que nunca pretendió ser neutral). El asunto raya en lo surreal.
La duda es: ¿ICE no entendió que ellos son el remate del chiste o lo entendieron perfectamente y decidieron apropiárselo para neutralizarlo? La segunda opción suena sofisticada para como suelen operar, pero si así fuera, desperdiciaron cualquier posibilidad de capitalizar el momento. Porque entonces llegó la cuenta oficial de South Park a responderles con una frase fulminante: “¿Entonces sí somos relevantes?”. Y así, otra vez, la realidad no solo alcanza a la ficción. La rebasa. Y con uniforme.