Ella ha dicho una y otra vez a la prensa —y a quien le quiera escuchar— que "no es La Corcholata". Se lo comentó a nuestra compañera Leticia Sánchez hace apenas unos días, y lo ha hecho de diferentes formas justificando su estancia como diputada plurinominal del PRI.
Hay algo en lo que tiene toda la razón Carmen Salinas: quienes la califican como una mujer idéntica a sus personajes se equivocan por completo. Por supuesto que no hay pruebas ni razón para creer que sea una simpática alcohólica como su Corcholata. Tampoco la imaginamos como una abuelita que anda en moto mientras usa Twitter en la vida real. Pero el personaje de Carmen Salinas sí existe y está presente en la mayoría de las entrevistas que ella da. Creo por completo que hay una mujer que lee, que aprecia las cosas buenas del arte y que estuvo cercana a la familia de Monsiváis. Pero, tristemente, ésa no es la razón por la que fue reclutada en la política. La noción de que es una simpática dicharachera peleonera a favor del pueblo, con boquita de adorable carretonero es lo que la puso ahí. Es lo que llama la atención de la mayoría de las personas. Es lo que tiene, en efecto, a muchos de sus compañeros en la cámara tomándose selfies con ella, pidiendo autógrafos y apapachándola como hija predilecta.
¿Qué tiene que ver esto con un avance en la legislación para todos los ciudadanos? Probablemente poco. No es que Carmelita no pudiera. Esa mujer podría hacer lo que quiera, si eso decide. Es que hay tres de ella. Los personajes que interpreta, el que vemos en los medios hablando y hablando y nuestra ilustre pluri que aparentemente se la vivió codeándose con la más pura de las izquierdas de nuestro país. Que la verdadera Carmelita levante la mano, por favor.
La inocencia
Olviden sus espeluznantes orígenes religiosos y piensen en cómo cada año tantos reporteros se ponen "creativos" una vez al año, celebrando así el Día de los Inocentes. Tal vez es muy divertido, la sátira bien hecha siempre lo es. Pero en tiempos de absoluta desinformación propagada en segundos (gracias, Twitter) ya no estamos para que los medios no dejen claro qué es noticia y qué es chiste. Nunca lo hemos estado, pero mientras la realidad se pone más inaudita día con día, veo cada vez más peligro en inventar cosas sin decir claramente que ése es el caso. Además, simplemente en temas como en el entretenimiento, ¿qué pueden decirnos? ¿Que Chabelo y Laura Bozzo planean regresar? ¿Que Luis Miguel terminó un concierto? ¿Que Miss Universo esta en impugnación y están contando voto por voto? La realidad es insuperable estos días. Para bien y me temo, sobre todo, para mal.
¿En serio?
¿Alguien ganó Big Brother? ¿A alguien le importa?
@SusanaMoscatel
