Hay días que no recuerdo, se perdieron en esa turbia bestia que es la nada. La ciudad que amé no existe, la recuerdo en la sombra que va pasando por la fantasmal calle de Estrasburgo. Sombra que pisa serpentinas doradas, vasos de plástico, vidrios de botellas… ¿cómo les fue en la última noche de 2024? Espero que mejor que a Luis y a mí, intentamos entrar a la disco que armó sobre Reforma el faraónico Sonido Polymarchs, fue imposible. Nos enteramos por Richard Lugo que algunos ambulantes estaban cobrando 50, 20 y hasta 100 pesos por dejarte pasar por debajo de las mesas de los puestos; nos lo encontramos cerca de las 3 de la mañana en la calle de Liverpool, sentado en la barra frente al cazo del suadero en el nuevo after de la ciudad: la cadena de taquerías La Chula, conocí por Micky Navajas la sucursal en Av. Revolución, una madrugada un mafioso llegó con sus guaruras en un Cadillac dorado, casi nos avienta a sus guarros en la fila, puede que un día lo cuente o puede que jamás.
Existe un universo más allá de la guajolota, me confunde la veneración de las personas por un tamal —la mayoría de las veces famélico— en medio de un bolillo, ¿tamales portentosos? En el mercado de Beethoven, inaugurado en 1958, ubicado en Peralvillo, ahí, con 66 años de existencia, la cocina de Las Güeras tiene un estupendo tamal de rajas con queso que jamás olvidarás, acompañado de un atole de fresa: manjar. La Tamalería Norteña, en la calle de Bulgaria, colonia Letrán Valle es un templo dedicado al arte del maíz, tienen de carne, frijol, queso, tamales dulces: piña, nuez, fresa, chocolate.
Existe quien prefiere comprarse unas grasientas alitas en 80 pesos o más, sí, ya cuestan eso, que un caldo de gallina con un cuarto de pechuga que cuesta entre 75-80 pesos. El caldo es una comida reconfortante, completa, para mí existen 6 lugares emblemáticos en CDMX para comerlos, les contaré de 3. Caldos Río Blanco, su fundador es don Pantaleón, la primera sucursal la fundó en la esquina de Norte 58-A y Oriente 91 en la colonia Río Blanco, otra sucursal está en la 56-A y la 91, ahí, Casio al mando de la enorme olla y Casimiro te atenderán rápido, amable, también venden enchiladas y quesadillas. Su caldo es muy limpio, el arroz tierno, garbanzo en su punto, tortillas hechas a mano, la salsa de habanero y serrano es deliciosa, no soy asidua al picante, huele tan bien que siempre la pruebo. Los Caldos Ermita sobre Calzada de Tlalpan #1522, pequeño local que abre de 7 de la mañana a 11 de la noche, preparan ricos caldos espesos. Pietro me llevó una noche que estaba muy triste, la amabilidad de las personas que atienden: un alivio para corazones derrotados, jamás destruidos. Caldos Don Luis en la colonia Roma, abierto las 24 horas, mi favorita es la sucursal de Orizaba #174 esquina con San Luis Potosí. Saber comer & caminar en la CDMX es un arte. Todas las personas deberíamos acudir al llamado de un caldo de pollo cuando la lluvia acaricia las ventanas…