Los partidos políticos representan los intereses sociales al ser pilares de la vida democrática, encargados de competir por el poder en los tres órdenes de gobierno. Influyen en el cumplimiento de los instrumentos fundamentales de planeación que fijan metas, estrategias y programas para los gobiernos que ganaron por vía electoral a los cuales, ningún partido ha capacitado ni desarrollado un plan común entre sus gobernantes.
La práctica gubernamental incluye una formación o enseñanza que tiende a incidir en la agenda, con proyectos que legitiman al que impulsaron desde su partido político y que facilitan la coherencia ideológica entre las redes partidistas con la población, aunado a que el Plan Municipal se convierta en un instrumento electoral que atraiga el voto. En afecto, ayuda a crecer a los gobiernos predominando los intereses partidistas sobre la necesidad real de los habitantes.
Los servidores públicos profesionalizados, además de lograr mayor participación civil para equilibrar el peso de los partidos políticos, son quienes pueden diseñar la unificación del sistema de gobierno, ejecución y gestión en la administración pública de los gobiernos que son controlados por esos institutos políticos.
La semana pasada, Luisa María Alcalde, presidenta de Morena visitó Hidalgo con un discurso fundamentalmente necesario para una construcción del partido, empezando una agenda con la estrategia bien planteada, cambiando todos los defectos que genera inconformidad social con su propio partido. Planteó un tema muy importante: la creación de la “Escuela Municipalista” de Morena, que une a su gobernante con el buen gobierno.
Esto augura el éxito del bien hacer política social, estructurar al partido que tanto necesita este movimiento para planear el nuevo municipalismo en común, mediante la capacitación de funcionarios y planes en una agenda conjunta. Además, propuso otros dos puntos: afiliaciones, crear comités seccionales (mil 858 en Hidalgo) y consejos municipales en los 84 municipios. Es lo que hacía falta en México, que sea el inicio de una gran construcción, una gran estructura política partidista que devuelva a la gente la credibilidad y confianza en ellos.