Política

Diferenciarse con centavos, no con millones

  • Terco Digital
  • Diferenciarse con centavos, no con millones
  • Salvador Peynado

¿Mejorar lo que ya haces con lo que ya tienes o incorporar algo nuevo y disruptivo? Cuando buscamos desarrollar nuestro diferenciador, solemos pensar que hay que construir desde cero, con grandes tecnologías o siguiendo la última tendencia. Eso nos lleva a un segundo error: creer que debemos invertir presupuestos enormes o más tiempo (que casi nunca tenemos) para aprender algo nuevo.

A veces la innovación no es resultado de una lluvia de ideas o de un gran presupuesto, sino de oídos atentos y manos proactivas. Miguel Mier, director de operaciones de Cinépolis, ha compartido en diversas entrevistas una anécdota que lo prueba: clientes pedían probar más de un sabor de palomitas, pero comprar dos combos era demasiado. Un colaborador muy comprometido con su trabajo, al escuchar esa fricción, tuvo la gran idea de cortar un pedazo de cartón para crear un separador y convirtió una sola cubeta en dos espacios para ofrecer dos sabores. La solución era tan simple como efectiva.

El “separador” resolvió un dolor real del cliente con una mejora inmediata en la experiencia. No requirió una maquinaria nueva ni una reingeniería del punto de venta. Requirió escuchar, prototipar con lo que había a la mano y probarlo. Ese gesto de centavos cambió la manera de comer palomitas en la cadena y se convirtió en una oferta clara: dos sabores en la misma cubeta.

Con el tiempo, la idea se estandarizó. Documentos operativos de la propia empresa ya contemplan las “palomitas mix” como opción formal (con separadores ya cortados a la medida), y en múltiples países de la red de Cinépolis el separador aparece en comunicaciones de marca. Es señal de que la microinnovación no se quedó en una sala: cuando el problema es común y la solución es útil, escala.

Otro ejemplo igual de simple: los separadores con frases ingeniosas y con humor que Librerías Gandhi regala a sus clientes; más que publicidad, un accesorio útil para los amantes de la lectura.

La lección para cualquier negocio es directa. Deja de buscar únicamente “la gran innovación” que exige meses y millones. Si observas bien, muchas ventas se pierden en fricciones pequeñas: formatos que no se adaptan, combinaciones que el cliente quiere y no puede comprar, reglas internas que afectan al cliente. El diferenciador puede estar en escuchar con intención y habilitar a tu equipo para accionar de inmediato.

Cómo llevarlo a tu proyecto o negocio:

1.- Observa y registra: anota quejas repetidas y microfricciones en mostrador, web y checkout.

2.- Prototipa hoy: crea una versión mínima con recursos disponibles y pruébala en “cuadro chico”.

3.- Mide y decide: si sube satisfacción o ticket promedio, estandariza y documenta.

4.- Celebra al que lo intentó: la cultura se construye premiando la iniciativa de primera línea.

A veces el cambio que buscabas no está en un software nuevo. Está en una pieza de cartón bien pensada que mejora la experiencia y aumenta la probabilidad de que el cliente compre, recompre y recomiende. Tómalo como un ejercicio de diferenciación del mes. Sí, del mes: porque cuando algo funciona, en unos 30 días la competencia ya lo está copiando. Por eso necesitas diseñar un nuevo diferenciador cada 90 días para dejarlos atrás.


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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