Hace días el embajador Ken Salazar se reunió con el Gobernador de Zacatecas y, según lo publicado, fue un acto oficial y previamente concertado entre los gobiernos de los EUA y el de Zacatecas.
Eso se sobreentiende de lo dicho por el Embajador, en los siguientes términos:
“Como me comprometí en mi primera visita a Zacatecas, regresé con un gran equipo del gobierno de los EUA para, respetando la soberanía de México, trabajar hombro con hombro con los gobiernos estatal, federal y municipales, en la seguridad de los zacatecanos”.
“Nuestros gobiernos cuentan con el Marco Bicentenario de Seguridad y el Diálogo de Alto Nivel de Seguridad, mismos que nos permitirán seguir profundizando nuestra cooperación en Zacatecas y en todo el país”.
El Embajador violó la soberanía nacional y el Gobernador la Constitución; cuyo texto otorga facultades exclusivas a la federación; y prohíbe tajantemente a los Estados que realicen cualquiera de las facultades reservadas a la federación.
En efecto, los artículos 76 y 89 constitucionales reservan la dirección y ejecución de la política exterior a los poderes ejecutivo y legislativo federales; en lo conducente dicen:
El 76 establece: Son facultades exclusivas del Senado: Analizar la política exterior desarrollada por el Ejecutivo Federal; y el 89: Las facultades y obligaciones del presidente, son: Dirigir la política exterior y celebrar tratados internacionales.
Esas facultades exclusivas se justifican porque al exterior, en la comunidad de naciones, sólo existe el Estado Mexicano como una unidad política.
Por eso el artículo 117 prohíbe a los Estados celebrar alianzas o tratados con otro Estado mexicano y con potencias extranjeras.
Lo sucedido no puede atribuirse a la ignorancia de las leyes ni a la improvisación; y crea la duda, que debe aclararse, sobre las pretensiones intervencionistas de EUA por la inseguridad nacional.