En la actualidad, tener un mercado de combustibles con un precio máximo controlado de 24 pesos por litro para la gasolina regular (verde o magna), Petróleos Mexicanos (Pemex) se convierte en el cordero expiatorio debido a que por cada litro que se vende a los comercializadores, distribuidores y para el autoconsumo pierde entre 1 a 1.50 pesos, esto representa una pérdida diaria de entre 180 a 200 millones de pesos diarios. Este valor proviene de ampliar los kilómetros de la última milla, absorber costos en el almacenamiento, transporte por ductos y costos logísticos entre las terminales de almacenamiento y reparto.
Este año Pemex puede perder más de 100 mil millones de pesos entre absorber costos para mantener el precio máximo a la gasolina y el robo de combustibles en ductos.
La única solución para ayudar a Pemex a minimizar sus pérdidas la tiene la Secretaría de Hacienda y Crédito Público al dar un mayor estímulo en el IEPS, pero al ver el monto que representa para los ingresos de la nación, habrá la voluntad de hacerse dado el incremento del gasto programado, con la intención de no endeudar más al país ante un déficit que está por arriba de billón de pesos.
A escala mundial, el liderazgo en consumo de gasolina y diésel pertenece a las naciones con mayor población y actividad industrial, como Estados Unidos y China. México, aunque no supera a estas potencias, destaca por su crecimiento continuo en la demanda de combustibles, lo que lo mantiene en el grupo de los principales consumidores globales, situando en el octavo lugar respecto a gasolina y duodécimo en diésel.
Esto se debe a su infraestructura, número de vehículos y funcionamiento en general de la economía. La tendencia sugiere que mientras no haya una transición importante y políticas claras para dejar los combustibles fósiles, México continuará en posiciones altas dentro de los rankings internacionales de consumo.
Actualmente en México existen alrededor de 13 mil 884 estaciones de servicio. El consumo en promedio de gasolina es de alrededor de 120 millones de litros diarios, de los cuales 13 mil 750 vienen de las estaciones de servicio (gasolineras), donde 57 por ciento es de la marca Pemex y 43 por ciento de marcas distintas (privados). Respecto al diésel, se consumen 45 millones de litros al día y se venden en 10 mil 780 estaciones, de las cuales, 58 por ciento tiene la marca de la empresa del Estado y el resto de marcas privadas.
Para que funcione el negocio de los combustibles se requiere un sistema de transporte bien coordinado. Considerando la infraestructura de Pemex, debido a que tiene el control de entre 80 y 85 por ciento de la comercialización y distribución de la gasolina y diésel producidos en las refinerías e importado, cualquier alteración en la movilidad de estos productos por parte de la paraestatal afecta a toda la cadena del mercado.
En México, el transporte de combustibles es una actividad estratégica y compleja, que involucra tanto a Pemex como a empresas privadas.
Pemex, como empresa estatal, opera una extensa red propia para el traslado de combustibles, pero en los últimos años ha recurrido al apoyo de empresas privadas para fortalecer la logística y enfrentar retos como el desabasto o la demanda creciente. Estas unidades privadas complementan la flota de Pemex, sobre todo en rutas donde se necesita agilizar el suministro y los centros de almacenamiento están alejados de las estaciones de servicio.
Pemex transporta gasolinas, diésel, gas LP (provenientes de refinerías, centros de procesamiento, complejos petroquímicos e importaciones) entre los centros productores y las terminales de almacenamiento y despacho (TAD), a través de los más de 16 mil kilómetros de ductos que cubren el territorio nacional y mediante el servicio de transporte terrestre, operado por 5 mil 700 autotanques (propios y privados) y carrotanques (525), que se utilizan principalmente para el desalojo de combustóleo pesado; además del transporte marítimo (16 buque tanques), que cumple con el traslado en los litorales del Golfo y Pacífico. Toda esta infraestructura, hasta el momento, se ha mantenido en un alto porcentaje para no producir desabasto.
El costo de mover un litro de combustible de una terminal de almacenamiento y despacho a una estación de servicio dependerá de la distancia y la zona donde esté la estación de servicio. Por ejemplo, el sur-sureste del país presenta una gran variación de los costos al consumidor dado que no existen ductos que puedan llevar los combustibles a terminales para su almacenamiento y despacho. Esto incrementa el costo al mover el producto por medio de autotanques (pipas – fulles). Urge en esta zona, y en el noroeste del país, más permisos de distribuidores o centros de almacenamiento satelitales con capacidades de acuerdo con el número de estaciones cercanas por parte de la Comisión Nacional de Energía, y con esto incrementar los días de almacenamiento.
Hoy el negocio de los combustibles de enero a julio de 2025, y considerando solo las ventas diarias de gasolina y diésel, representan alrededor de 4 mil 51 millones de pesos en ventas de ambos productos, incluido los impuestos respectivos. De estos, 70 por ciento corresponde a la gasolina (2 mil 874 millones) y 30 por ciento a diésel (mil 177 millones). En este mercado los impuestos recaudados representan mil 704 millones de pesos diarios, donde 61 por ciento es por concepto de IEPS (mil 50 millones) y 39 por ciento a la retención del IVA (654 millones).
Las ventas directas sin impuestos representan alrededor de 2 mil 348 millones de pesos diarios (52 por ciento del total), los cuales deben cubrir los costos de compra del petróleo crudo para las refinerías, proceso de refinación, almacenamiento y logística y la operación de estaciones de servicio.
En resumen: el que más riesgo operativo y financiero tiene en el negocio de los combustibles en México es el mercado, y el de menor riesgo es la nación.
Al discretizar el mercado de la gasolina de 2 mil 874 millones diarios, el IEPS, representa alrededor de 774 millones; el IVA, 466 millones, y las ventas directas del mercado, mil 664 millones.
En el diésel de mil 177 millones diarios, el IEPS representa 306 millones; el IVA, 186 millones, y las ventas directas, 685 millones.
Un mercado sin logística incrementa el costo al consumidor. En México la flota de pipas (autotanques) para el transporte de Pemex suma 2 mil 437 unidades (incluidas las que pasaron de Sedena) y de privados son de 4 mil a 4 mil 500 unidades. Este mercado representa, respecto al servicio de la última milla (distancia entre la TAD y estación de servicio), entre 220 y 240 millones de pesos diarios para mover a la gasolina y el diésel.
El mercado de combustibles mueve un gran flujo de efectivo circulante en la economía mexicana, entre impuestos, ventas directas y los servicios inherentes para la operatividad de este mercado. ¿Por qué descuidarlo?
El abasto de combustible en las estaciones depende de una buena logística, y esta depende de tener suficiente infraestructura cerca de las estaciones de servicio, cuyo objetivo es reducir el costo y riesgos inminentes al mover a través del país grandes volúmenes de combustible; sin privados, no hay logística en el futuro de México.