Negocios

El T-MEC, una muerte anunciada

Actualmente, los aranceles impuestos por Estados Unidos a diferentes países se han convertido en la cuarta fuente de ingresos más importante para el gobierno federal. El jefe del Tesoro ha dicho que los ingresos arancelarios pueden alcanzar 300 mil millones de dólares este año.

El dilema del país ahora es que Estados Unidos necesita al T-MEC.

En varias ocasiones hemos visto a gente de la Secretaría de Economía ir a Estados Unidos a negociar sobre los aranceles, y cada vez que lo hacen surgen cambios sustanciales, ocasionando que el plan de negocios, y los términos y condiciones, queden obsoletos.

En la última carta enviada por el presidente Donald Trump a México, el 11 de julio, sobre el incremento de 30 por ciento de aranceles a todas las importaciones, deja en claro la estrategia del principal socio comercial mexicano: no le interesa el T-MEC.

La negociación en los diferentes escenarios por parte de México para continuar la relación comercial con Estados Unidos demostró que el peor de los escenarios ahora es el mejor: no tener T-MEC.

Ante esta nueva realidad comercial México debe replantear cuál será su oferta para el mundo, cuyo objetivo sirva para poder tomar decisiones a corto y largo plazos dado que al mantenerse como está puede dejar de tener atractivo para intercambios comerciales.

Este es el decálogo comercial y premisas por considerar para el nuevo plan:




  • Estados Unidos no quiere el T-MEC. Tiene claro que las condiciones comerciales no son las adecuadas entre los tres países, sobre todo con México.
  • Para Estados Unidos, México significa dificultades, debido a que tiene muchas políticas arancelarias y barreras comerciales, que causan un déficit negativo para la economía estadunidense.
  • El déficit comercial de Estados Unidos con México ha subido hasta considerarse una amenaza nacional. Al tomar en cuenta el acumulado de 2025, el déficit comercial ronda los 114 mil millones de dólares. Esto representa 53 por ciento de mayores importaciones del mercado estadunidense respecto a las exportaciones hacia México. Esto causa una salida de capitales del país. Estados Unidos importa dos veces más de lo que exporta a su principal socio comercial.
  • México no está siendo leal y no cumple a cabalidad con algunos términos y condiciones, sobre las de origen dentro del T-MEC. Los ejemplos están acero, aluminio, cobre y otros productos manufacturados, con algunos casos de procedencia china. Esto no le agrada a Estados Unidos porque el T-MEC se usa como trampolín para meter productos de otros países que no son parte del tratado. Esto se debe a que México presenta un déficit de más de 47 mil millones de dólares respecto al país asiático. Importa 14 veces más de lo que exporta a China.
  • Estados Unidos está dispuesto a continuar con México, a tener una relación comercial. Aquí es donde surge la semántica de diplomacia comercial, la cual difiere de una narrativa real entre ambas partes. Esta narrativa deja asentadas las bases para realizar acuerdos bilaterales con México.
  • Estados Unidos ha entendido cómo tener una mayor cantidad de ingresos por medio de la inversión extranjera directa. Bajo una estrategia de corto plazo, ofrecer políticas públicas flexibles para la instalación de negocios que reditúen en una mayor cantidad de empleos, impuestos y tecnologías que ayuden a los diferentes mercados dentro de este país. Por tal motivo, ofrece para trasladar o poner un nuevo negocio trámites más rápidos, profesionales y rutinarios para empezar a invertir en el corto plazo y operar lo antes posible dentro del mercado estadunidense.
  • El mercado de mayor consumo a escala mundial está en Estados Unidos, a pesar de que China tiene una población mucho mayor. El gasto per cápita (48 mil dólares en promedio anual) y el poder adquisitivo (76 mil dólares) lo convierte en el líder en consumo de bienes y servicios. Todos los países quieren vender algo en este mercado. ¿Quién no le vende algo a Estados Unidos?
  • México tiene una zona geográfica envidiable dada la cercanía con el principal mercado de consumo. De lo que exporta México, 83  por ciento se envía a Estados Unidos, siendo en su mayoría la manufactura del sector automotriz, lo cual no es tecnología propia de marcas mexicanas, sino de patentes de diferentes empresas que provienen de otros países. Seamos sinceros, México puede, en el corto plazo, sustituir con otro país todo lo que exporta, a sabiendas de que no hay otro mercado igual.
  • Estados Unidos se ha dado cuenta de que no necesita a México para el comercio. Puede ofrecer mejores condiciones a las empresas y controlar los precios mediante políticas públicas que beneficien al sector manufacturero; ante la entrada de una mayor cantidad de ingresos por los aranceles de productos que el mercado pagaría sin problema y, como hemos visto, hasta el momento la inflación no ha sido un factor para dejar de lado con lo que ocurre con los aranceles. Además de la posible baja de las tasas de interés por parte del banco central, que ayudará a incentivar el crédito y reducir los pagos que tiene que realizar el gobierno ante la colocación de deuda para cerrar el déficit presupuestal.
  • Estados Unidos puede reducir el costo de los productos en 20 a 40 por ciento en dado caso que una empresa migre a este país, debido a que el costo de seguridad de la mercancía por su vecino del sur se incrementa el costo entre 20 a 45 por ciento. En México, 47 por ciento de la mercancía se mueve por transporte carretero y 7 por ciento por el sistema ferroviario, ambos con una alta incidencia de robos. Se estima que en México ocurren alrededor de 57 robos diarios al transporte de carga en carreteras. Esta cifra se basa en datos de empresas de seguridad y monitoreo.
  • Los cambios constitucionales realizados por México en el sector de energía y en cuestiones dentro del Poder Judicial han cambiado respecto al momento cuando se firmó el T-MEC, en 2020. Esto significa que muchos órganos reguladores autónomos no están alineados con lo firmado de origen, la forma de crear o tener un negocio desde un punto de vista jurídico. Esto dista mucho de la realidad, y la forma de proteger las inversiones dentro del mercado, creando incertidumbre ante posibles expropiaciones, como las ocurridas en la mina de litio en Sonora y la planta de hidrógeno en una refinería de Pemex. Además de la falta de certeza de cómo será aplicada la ley ante el nuevo marco jurídico. Esto originará una cuestión ante cualquier intento de invertir en México. ¿Me conviene? Dado que gastaré en juicios y ante la incertidumbre de tener los permisos para operar dentro de los diferentes mercados mexicanos.

Para sobrevivir en el mercado mundial México tiene que hacer negociaciones bilaterales con Estados Unidos debido a que dependemos de la energía transformada y tecnología que nos vende; sin ella México colapsará. China tiene tecnología, pero no es nuestro principal socio comercial, al contrario, es donde México tiene mayores pérdidas comerciales.


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Ramses Pech
  • Ramses Pech
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  • Ramsés Pech. Experto en la industria de hidrocarburos, energía geotérmica, energía y economía, actualmente se desempeña como Asesor en proyectos de energía y economía tanto para la industria privada como para los Gobiernos, socio del grupo Caraíva y asociados.
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