El tema actual en la agenda nacional es la reforma judicial, se abrió ya el debate en forma en todos los ámbitos de la vida pública del país e incluso con la expectativa internacional por el fenómeno de transformación política que está llevándose a cabo en México, por su lado el congreso federal inició el debate abierto aunque limitado en algunas ciudades en el que se llevarán a cabo foros de deliberación entre integrantes del poder judicial, el poder legislativo, ciudadanos y medios de comunicación.
Sin duda no es menor el tema, es una de las transformaciones más profundas que tiene el régimen de justicia y el régimen democrático del Estado mexicano, lo realmente trascendente y polémico es la elección de Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de los magistrados de tribunales colegiados y jueces de distrito y de los integrantes del órgano de disciplina interna del poder judicial, ahí se centra la discusión, en lo que corresponde a la elección de ministros los filtros son más controlados porque quienes se someterán a la elección son propuestas de los tres poderes de la unión, pero donde realmente se corren riesgos principalmente es en la elección de jueces y magistrados porque puede arribar gente que no esté del todo preparada para asumir la responsabilidad de juzgador federal.
La carrera judicial es demasiado absorbente, es mucho sacrificio personal y familiar, en el actual esquema que tiene el Consejo de la Judicatura Federal para la designación de magistrados y jueces de distrito se requiere de una preparación extremadamente estricta, los aspirantes son sometidos a exámenes rigurosos donde se tiene que acreditar conocimiento técnico jurídico que no cualquiera alcanza a desarrollar, este argumento es determinante e irrefutable frente al riesgo que llegue a ganar por elección un aspirante carente de conocimiento y sobre todo falto de probidad para impartir justicia.
La actividad jurisdiccional del Estado debe de estar separada de las cuestiones políticas, en el modelo republicano de división de poderes, el poder judicial su función debe revestirse estrictamente de cuestiones técnicas, esto fue contaminado porqué ahí se acuarteló la oposición y se le dio cobijo porque ministros y magistrados que fueron designados en el viejo régimen les debían el cargo a los actores políticos, se empezaron a emitir sentencias rescatando actores políticos del viejo régimen envueltos en escándalos de corrupción, sin duda el contrapeso político entre los poderes de la unión es fundamental para la vida republicana, pero el problema es cuando el poder imparcial asume posición política, sus integrantes hacen política separándose de su función principal.
El Estado tiene el imperativo en su esencia de garantizar los derechos del gobernado, su actividad jurisdiccional es un servicio público y un derecho a proteger garantizando el acceso a la justicia, con profesionalismo, imparcialidad y calidad, la democratización implica los riesgos mencionados, sin llegar al extremo de la nueva campaña de la oposición que no entiende que la calumnia entre otros factores son los que la devastaron política y electoralmente, la población del país tiene ya un nivel de concientización sin precedentes, actores políticos le siguen llamando ignorantes por haber dotado abrumadoramente a una fuerza política de todo el poder político cuando fue una libre expresión democrática, la transformación del país está trastocando toda la estructura institucional del Estado y es normal la renuencia a la reorientación política y económica porque realmente a visiones de país muy diferentes, desde su diagnóstico y sus distintas soluciones.