Hace tiempo, al buscar alguna lectura sobre Darwin compré un libro titulado El dios de Darwin, de Sabina Berman. Yo había leído y subrayado El origen de las especies para un curso que di sobre este texto en la UNAM, así como The descent of men, título que nunca ha podido traducir satisfactoriamente. Pero el libro de Berman no fue lo que yo creía… me pareció una investigadora seria, conocedora de la obra de Darwin, pero tenía algo más: el don de la escritura.
Poco después, una querida amiga llegó con un regalo y me dijo: “Al leer este libro me acordé de ti, es casi un retrato tuyo”. Su título era La mujer que buceó en el corazón del mundo. Me pareció una obra maestra de la misma Berman. Me sentí muy identificada con el personaje principal, pero más que nada volví a vivir la emoción de leer a una gran escritora: la vida cambia cuando se tiene un buen libro que leer.
Por todo lo anterior, ahora que saldré de viaje fui a la librería: “Deme todo lo que tenga de Sabina Berman”. Para mi frustración solo encontré un par de obras, de modo que decidí buscar más por intenet y ahí me llevé la sorpresa de corroborar que tengo buen gusto para la literatura. La primera vez que lo supe fue cuando, aún niña, pensé que el escritor de los cuentos que me había regalado papá era bastante bueno: se trataba de Tolstoi. Lo mismo me ocurrió con Dostoievski, Stefan Zweig, Saramago, en fin, con la literatura que amo.
Hoy he comprado toda Sabina Berman. Resulta que esta mujer cuya escritura me ha cautivado, ha sido premiada no sólo en México, sino en Argentina, España, Fráncfort, ha sido traducida a muchas lenguas y se trata de una de las más grandes escritoras actuales a nivel mundial. Ha escrito no solo libros, sino obras de teatro, películas, ha incursionado en múltiples géneros literarios y yo, por leer y escribir solamente de filosofía y bioética, me había perdido de conocer más a fondo la obra de una escritora contemporánea que no solo es mexicana, sino que vive actualmente en México, mientras yo vivo en la Luna.
Me voy contenta con la obra de Sabina Berman en la maleta y con la ilusión de poder disfrutar más la vida gracias a una buena compañía. ¿No es maravilloso encontrar buenas escritoras que leer?
Hágase usted un favor: lea a esta mujer.
Paulina Rivero Weber