Talent Land no es solo un evento de tecnología. Es un territorio vivo de ideas, una plataforma donde miles de jóvenes reafirman algo que ya es evidente: el futuro no se espera, se construye. Y se entrena.
Esta semana, en Expo Guadalajara, miles de personas recorren pasillos, se sientan en talleres, levantan la mano para hacer preguntas que muchos adultos aún no se atreven a formular. Vi a una joven de bachillerato preguntar, con voz firme, sobre los dilemas éticos de la inteligencia artificial. Me quedé pensando: qué poderoso es cuando el futuro ya está pensando en las preguntas correctas.
En Talent Land se habla de innovación, pero también se respira curiosidad. Se mezclan ciencias, humanidades, programación, robótica, diseño, emprendimiento, arte y propósito. Porque la innovación no es solo código: es visión y compromiso con transformar nuestro entorno.
Este evento es una declaración colectiva: el talento está en todas partes, pero las oportunidades no siempre. Y por eso espacios como este importan tanto. Porque abren puertas, democratizan el conocimiento, y recuerdan que la formación no solo sucede en las aulas, sino también en las conversaciones, en los intentos, en los vínculos.
Tuve la oportunidad de participar con la conferencia El poder de liderar desde lo femenino, un espacio que me permitió compartir una visión distinta del liderazgo: una que reconoce la fuerza de lo empático, lo intuitivo, lo colectivo. También formé parte del panel De emprendedoras a empresarias, junto a mujeres admirables que, desde distintas industrias, han roto barreras y construido con determinación. Escuchar sus historias y compartir la mía fue un recordatorio de que también desde lo femenino, se lidera, se innova y se crea economía real.
Desde el Consejo Coordinador de Jóvenes Empresarios de Jalisco lo vivimos cada día: quienes hoy liderarán empresas, movimientos y cambios sociales ya están en marcha. El reto es acompañar ese movimiento. Convertir la inspiración en trayectoria, y la curiosidad en políticas públicas, inversión y confianza.
Jalisco tiene el potencial para ser referente nacional en innovación con rostro humano. Pero no basta con aplaudir a la juventud. Hay que abrir espacio, sumar recursos y confiar. Porque el liderazgo joven no es una promesa: es una realidad en acción.
Y nosotros, como comunidad, como líderes, como ciudadanos, tenemos la responsabilidad de no quedarnos al margen. Porque cuando una generación decide construir desde el presente, lo más inteligente —y lo más justo— es caminar a su lado.
Donde hay jóvenes, hay soluciones esperando una oportunidad. Y donde hay comunidad, hay futuro.