Política

8M: el recuento de los daños

Una vez pasado el 8M, Día Internacional de la Mujer, parte de la sociedad se ha concentrado en hacer un recuento de los daños que dejaron a su paso las marchas del 8M, estas manifestaciones en defensa de los derechos de las mujeres.

Se cuentan paredes y monumentos rayados, vidrios rotos en edificios, manchas de tizne en pisos y paredes, daños a negocios, basura en calles, etc., etc., etc.

Y se lanzan críticas: ¡Es que no son las formas! ¿Qué ganan con rayar las paredes? ¡Qué falta de respeto a los templos religiosos! ¿Cómo es posible que dañen edificios históricos? ¿Cuáles son los derechos que se les violan a estas mujeres?

Dos mundos sin conexión, sin empatía. Dos radios en frecuencia distinta que no pueden coincidir para comunicarse entre sí.

Se olvidan del qué, cómo y para qué nació este movimiento de mujeres, del por qué se realizan estas marchas cada 8 de marzo. Difícil es ver lo invisible, lo normalizado, los agravios y las violencias que las mujeres vivimos todos los días.

Por su parte, las manifestantes también hacen su recuento de los daños: Las estadísticas del Inegi señalan que, en 2021, 41.8 % de las mujeres de 15 años y más manifestó haber vivido alguna situación de violencia en su infancia (antes de cumplir 15 años).

En 2022, de acuerdo con datos de las fiscalías generales de justicia estatales, el delito de violación registró su máximo en el grupo de 10 a 14 años y ocurrió 4.7 veces más en niñas que en niños de esta edad, con 4 mil 197 y 884 casos, respectivamente.

Además, el 33.6 por ciento de niñas y adolescentes de 12 a 17 años que usaron internet o celular, entre julio 2021 y agosto 2022, recibió fotos o videos de contenido sexual y a 32.3 por ciento le hicieron insinuaciones o propuestas de ese tipo, frente a 18.2 y 12.0 por ciento de niños y adolescentes hombres.

En cuanto a los ámbitos educativos y laborales, persisten desigualdades en la elección de estudios, especialmente en programas de educación vocacional y campos de ciencias, tecnologías, ingeniería y matemáticas (STEM).

Aunque se han implementado programas para fomentar la participación femenina en estos campos, aún hay una brecha importante por eliminar.

En el mercado laboral, las mujeres enfrentan obstáculos adicionales una vez que han terminado su licenciatura.

La discriminación salarial, las expectativas sociales arraigadas en la cultura machista y la subrepresentación en ciertos sectores son barreras que aún perduran.

Aunque se han registrado avances, se requiere de mayores esfuerzos para garantizar que las mejoras en la educación se traduzcan en igualdad laboral entre mujeres y hombres.

Un recuento que continúa con las brechas de género en la participación económica: México es el cuarto país con menor participación económica de las mujeres en América Latina.

En la carga de trabajo no remunerado: las mujeres dedican cuatro horas diarias más en comparación con los hombres.

En la falta de políticas de conciliación: la insuficiente oferta de servicios de cuidado infantil y prácticas laborales flexibles dificulta la conciliación entre trabajo y vida familiar para las mujeres.

Si queremos eliminar las violencias contra las mujeres y las marchas del 8M, este es el recuento de daños que debemos hacer.


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Nohemí Argüello Sosa
  • Nohemí Argüello Sosa
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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