No importa qué tipo de dificultades tengamos, o qué tan dolorosa sea la experiencia, si perdemos la esperanza, ese es nuestro verdadero desastre.
-Dalai Lama
La crisis de nuestro tiempo: la época post covid, hoy -para la gran mayoría- toda la supervivencia se encuentra amenazada en un mundo tan complejo como unificado.
En los escritos del pensador Erich Fromm se condensa el diagnóstico de la sociedad y la cultura occidentales, en una crisis prolongada que muestra los límites de su modelo civilizatorio, al que añade un agravante: la imposición globalizante y totalizadora de toda la humanidad.
A Fromm se le reconoce por su capacidad para captar las patologías de las sociedades contemporáneas y la observación de la vida incapacitante que soportan los individuos; pero va más allá de la crítica y la denuncia, en un intento de hallar vías de salida para la práctica, para dar lugar a una esperanza que no se resigna al status quo.
La postura de Fromm frente al futuro del presente contradictorio dista mucho del pesimismo, tanto como del optimismo. Se contrapone, por un lado, el pesimismo de quienes piensan que la batalla está perdida de antemano por la dinámica de la actual sociedad de masas, imparable y cerrada a toda posibilidad de cambio; y, por otro, al optimismo inocente de quienes piensan que no es para tanto, que saldremos de ésta, superaremos la crisis, y que, aunque haya que pagar un precio, será algo temporal y pasajero. El punto de equilibrio es la esperanza.
La esperanza es paradójica. No es ni una espera pasiva ni un arrebato; es como una pantera expectante que sólo saltará cuando haya llegado el momento preciso. Tener esperanza significa estar dispuesto en todo momento para lo que todavía no nace, pero sin llegar a desesperarse si esto no ocurre en el lapso de nuestra vida.
Para quienes la esperanza es débil luchan por la comodidad, mientras que aquellos cuya esperanza es fuerte reconocen y fomentan todos los signos de la nueva vida y están preparados en todo momento para ayudar al advenimiento de lo que se halla en condiciones de nacer.
Quedémonos con la pregunta que nos plantea Ernesto Sábato sobre la esperanza: «¿no será la prueba de un sentido oculto de la existencia, una cosa que merece se luche por ella?
Miriam Colín
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