En la región norte del país, la sequía mantiene en jaque las actividades agrícolas y a la ganadería, ante la ausencia de lluvias. Por su parte en las zonas urbanas donde tienen un abasto de agua limitado, las presas se encuentran en niveles extremadamente bajos.
Entidades como Durango y Coahuila tienen decenas de municipios con escasez del vital líquido, lo cual pone en riesgo las actividades industriales, a pesar de los esfuerzos de los empresarios por generar mayores fuentes de trabajo.
Todo lo contrario sucede en el centro y sur del país, donde las constantes precipitaciones mantienen en jaque a miles de familias tanto en zonas serranas como en las urbes que sufren por las inundaciones.
El sábado por la tarde en unos minutos pude apreciar la magnitud de la lluvia, cuando salí con mi familia de compras y estuvimos en medio de enormes encharcamientos en pleno bulevar Atlixco, que se convirtió en un caudaloso río.
Más adelante en la avenida Zavaleta la situación era igual o peor, donde hubo decenas de vehículos que se quedaron varados ante el peligro de ser arrastrados por las fuertes corrientes.
En otros sectores de la ciudad la situación era igual de caótica, aunque siendo honesto las autoridades municipales poco pueden hacer cuando la infraestructura urbana está mal planeada desde hace algunas administraciones.
Durante el domingo, la situación no cambió y hubo accidentes e inundaciones en la capital poblana y algunos municipios de la entidad, lo que generó incluso algunos derrumbes.
En la zona norte del municipio de Puebla, comenzó a llover desde las 11:00 de la mañana; sin embargo, duró al menos cuatro horas. Los conductores reportaron un derrumbe sobre Bulevar Las Torres, antes de la incorporación a la Vía Atlixcáyotl, mismo que bloqueaba los carriles izquierdo y central.
Las administraciones pasadas cambiaron la carpeta asfáltica por concreto hidráulico, pero se olvidaron de ponerle drenaje pluvial por ahorrarse dinero, y ahora estamos pagando las consecuencias.
Eso se llama negligencia y debería haber una legislación que los pueda juzgar, aunque por ahora el único castigo que puede aplicarse para esos partidos es mantenerlos en el olvido.