Una columna fuerte y flexible brinda salud al sistema nervioso, y juventud al cuerpo y la mente.
Si bien es cierto que prácticamente toda la musculatura y sistema esquelético participan en la realización de las posturas de yoga, la columna vertebral tiene el papel estelar en la práctica de asana.
La columna es un órgano que, con sus 33 huesos que soportan peso y albergan la importante médula espinal del sistema nervioso, desempeña un papel fundamental en la manera en que interactuamos con el mundo que nos rodea: Los nervios motores transportan información sensorial desde el cerebro y la médula espinal a otras partes del cuerpo, lo que nos permite caminar, bailar, o hacer yoga; en tanto que los nervios sensoriales son los que transmiten información de estímulos externos al cerebro a través de la médula espinal.
Para el hinduismo, la columna vertebral alberga los tres principales canales energéticos del cuerpo: Ida, Pingala y Sushumna, que se ocupan de llevar y traer las energías en el cuerpo físico y energético del ser humano. En la medida que la columna esté libre y alineada, estos canales pueden cumplir su función en forma adecuada.
Se dice que el hombre comenzó su desarrollo evolutivo físico y espiritual cuando pudo enderezar su columna vertebral, por lo tanto mantenerse erguido es una de las condiciones para que ese desarrollo continúe.
Por todo esto, además de cuidar nuestra postura en la vida cotidiana, es necesario estar atentos a la posición de la columna a la hora de armar cada asana, sobre todo en el caso de practicantes recién iniciados. Como ejemplo en Adho Mukha Svanasana, el Perro mirando abajo o en Uttanasana, la Pinza de pie, si tu espalda y piernas aún no son tan flexibles, y no alcanzas a bajar las manos al suelo, no encorves la espalda, flexiona ligeramente las rodillas y estíralas poco a poco con cada respiración hasta donde la espalda siga recta, mientras apuntas con el coxis hacia arriba.
En Chaturanga Dandasana, la postura del Bastón de cuatro apoyos, evita tener las nalgas hacia arriba arqueando las lumbares, tampoco encorves las vértebras toráxicas. Activar el core mantiene el cuerpo y la columna en una plancha horizontal. Como apunta la yoguini Xuan Lan, “fíjate en la altura de las caderas, no deberán estar más arriba que los hombros de tal manera que el cuerpo forme una línea recta hombros-abdomen-tobillos”. También es posible realizar medio Chaturanga, apoyando las rodillas en el suelo.
(Con información de ekhartyoga.com, xuanlanyoga.com y milenio.com)