Los embates que han enfrentado con mayor incidencia en los últimos días, Félix Salgado Macedonio, Raúl Morón y el todavía diputado federal, Saúl Huerta, les causó ya la pérdida de sus concesiones graciosas otorgadas por Morena como pago a su lealtad y por ser abanderados del partido fundado por el presidente López Obrador.
Y es que dejar sin participar en las elecciones para gobernador de Guerrero y Michoacán a quienes ya se sentían jefes del Ejecutivo local sin despachar, lo tomaron como una afrenta de la que llaman sin rubor, “la mafia del poder” que según ellos, aún persiste pese al “éxito de la 4T”.
Lo que no quisieron mencionar los hoy campeones sin corona, es que gracias a los buenos oficios de su jefe máximo gozarán de privilegios dentro del sistema que ponderan a pesar de quedarse al margen del reparto celestial.
Incluso hasta el diputado federal, Saúl Huerta, presunto abusador sexual y acusado la semana pasado por un joven quinceañero, libró cuando menos en esta semana el desafuero al que lo condenaron y promovieron sus correligionarios de Morena, por su desaseo como jefe de colaboradores dentro y fuera del Palacio Legislativo de San Lázaro.
Tanto Macedonio como Morón y Huerta, -éste con mayor vehemencia- refirieron que los reveses sufridos fueron producto de un sistema que es manejado por la Mafia del Poder, frase que ha mencionado López Obrador hasta la saciedad desde el 2006, cuando perdió su primera elección en busca de la Presidencia de México.
Y es que a los tres los invalidaron para seguir cobijados con el manto “impoluto” de la impunidad al que están acostumbrados los afiliados a Morena, y que esgrimen a pie juntillas como si fueran elegidos por los dioses del Olimpo.
De verdad se sienten tan elegidos por la grandeza de los iluminados, que hoy han sido capaces de nombrar a sus sucesores: dos en la candidatura a sendos regímenes estatales y el otro en el poder legislativo.
Empero, mientras llega ese momento de las elecciones del 6 de junio donde Morena pretende reelegirse como mayoría simple en la Cámara de Diputados, la persistente mafia del poder del nuevo cuño de la presente administración gobernará a los más de 127 millones de mexicanos que seguimos a la espera de un cambio sustancial que nos beneficie cuando menos en economía y seguridad integral.
Notas de Trascendencia
Y mientras en 15 entidades del país se desgranan para encontrar a los gobernantes que regirán el destino de casi la mitad de la población total de México, en Quintana Roo y en particular en Benito Juárez con cabecera en Cancún, donde se construye la obra insignia del actual régimen federal: el Tren Maya, Morena lleva la batuta en cuanto a la alcaldía. llamada la Joya de la Corona.
Ahí, Mara Lezama, presidenta municipal con licencia, que encabeza la coalición partidista del mismo Morena y el Partido Verde, ha enfrentado rudas descalificaciones por parte de su propio partido y sus opositores.
Sin embargo, el mejor posicionamiento con una perfeccionada imagen y reconocida experiencia en el tejido político-social, la sitúan de nueva cuenta en la silla presidencial tras los comicios del primer domingo de junio próximo.
Y a propósito de elecciones y para ratificar a sus preferidos para seguir en el encargo, el presidente López Obrador visitará el martes próximo la entidad quintanarroense, quien se entrevistará con la propia Lezama Espinosa para conocer de viva voz su posicionamiento con la ciudadanía y los diversos sectores sociales que la apoyan; refrendar así su mandato y permanecer en la alcaldía por excelencia, del destino turístico más importante de México y América Latina
Marco Antonio García Granados