Cuando se anunció el proyecto Agua Saludable para la Laguna, muchos pensamos que sería la gran solución al problema histórico del abastecimiento.
Sin embargo, desde entonces señalé que había un paso previo indispensable: sustituir la red de distribución de agua potable y el drenaje sanitario.
Porque, ¿de qué sirve traer agua limpia desde las presas si la mitad se perderá por fugas, debido a tuberías viejas y colapsadas?
Los datos son alarmantes. En Torreón, el 65% de la red de drenaje sanitario tiene más de 40 años, y el 76% necesita ser repuesto.
Esto provoca colapsos, inundaciones, brotes de aguas negras y contaminación.
La red de agua potable no está mejor: en junio de 2024, el SIMAS atendió más de 1,500 reportes de fugas en un solo mes, con pérdidas millonarias y un desperdicio cercano al 50% del líquido en algunos municipios.
En Gómez Palacio y Lerdo, las tuberías urbanas e industriales están tan deterioradas que es imposible garantizar un suministro eficiente.
Sustituir estas redes no es un lujo, es una urgencia. Las tuberías de concreto y asbesto instaladas hace décadas ya cumplieron y superaron su vida útil.
El deterioro no solo implica fugas: también favorece la formación de cuevas subterráneas, la proliferación de plagas y riesgos a la salud pública.
Además, si aumentamos el caudal con Agua Saludable sin cambiar la infraestructura, la presión reventará las líneas y las pérdidas serán mayores.
Por eso, presenté en la Cámara de Diputados un punto de acuerdo para que el Presupuesto de Egresos de la Federación 2026 incluya recursos específicos para la sustitución de la red de distribución de agua potable y del drenaje sanitario en los nueve municipios de la Comarca Lagunera.
Se trata de una inversión estratégica: cada peso destinado a esta obra se traduce en ahorro de agua, mejora en la salud pública y prevención de desastres urbanos.
No podemos seguir parchando un sistema obsoleto. El agua limpia que tanto necesita la Laguna debe llegar realmente a los hogares, no perderse en el camino.
Desde el Congreso, haré todo lo que esté a mi alcance para que esta obra sea una realidad. La región no merece menos.
El verdadero éxito de Agua Saludable no será traer más agua, sino lograr que cada gota llegue a las familias laguneras.
El tiempo de las promesas terminó; ahora toca garantizar resultados