Si hay algo que mueve al mundo es definitivamente la motivación, clave y pieza fundamental de nuestro espíritu, de las ganas que tenemos por rebasar nuestros límites y no quedarnos estacionados en nuestra zona de confort.
Siempre que me entero de casos de éxito no solo en México sino de mi propia ciudad quiero gritarlo al mundo, pues hoy más que nunca hay que sentirnos orgullosos de todos aquellos que luchan por sus sueños.
Es por eso que el día de hoy quisiera hacer pública la felicitación a un deportista tamaulipeco quien desde su infancia se fijó una meta y no paró hasta hacerla realidad; me estoy refiriendo a Jaime Samuel Sierra Lara quien estudia la carrera de Ingeniería Industrial en Sistemas en la Universidad del Noreste y de quien nos sentimos sumamente orgullosos.
Dicen que la constancia es el motor que acelera nuestros proyectos, y es el caso de este joven de 19 años quien se encuentra representando a México en el Torneo Mundial de Artes Marciales Mixtas con sede en la capital de los Emiratos Árabes Unidos.
Toda meta tiene un costo extra, no hay que poner límites, hay que fijarse objetivos, trabajar en ellos y no mirar atrás, no debemos entretenernos en el camino. Y cuando quieran apagar tus sueños con palabras y pensamientos negativos, retírate para seguir visualizando tu camino.
Al final de cuentas la vida es una carrera, el momento es hoy, por eso es tan importante una frase que les comparto del deportista Jerry Rice –jugador de futbol americano- quien alguna vez dijo: “Hoy haré lo que otros no harán, para mañana conseguir lo que otros no pueden”.
¿Cuántas horas al día pensamos en nuestros proyectos personales? ¿Conocemos cuál es nuestra misión en la vida? ¿Estamos luchando por lo que queremos? ¿Sabemos hasta dónde queremos llegar?
No hay mayor felicidad que centrarse en lo que nos llena el alma, lo que nos hace sentir vivos, es ahí donde debemos invertir nuestro tiempo, en aquellos talentos que nos regala la vida y sobre todo en trabajar para conseguir nuestros sueños y fortalecer nuestras habilidades.
Creo fielmente que ser el mejor nunca es casualidad, es el final del camino de la constancia, ese lugar que se construye con los sueños y que se moldea con las buenas decisiones. _
