Autores muy importantes como Fernando Greene y Héctor Quiroz han investigado y publicado desde hace varios años trabajos académicos y libros sobre el poblamiento, el agua y el desarrollo territorial de la cuenca de México. Entre los factores que mencionan ambos urbanistas de la Facultad de Arquitectura de la UNAM están principalmente la geografía de la cuenca, la cual favorecía el acceso al agua antes de ser drenada, y la condición política e histórica del sitio.
Esta cuenca lacustre elevada dos mil metros por encima del nivel del mar, comenzó a habitarse hace 5 mil 500 años, hasta que en 1321 se fundó Tenochtitlan, una ciudad que con el auge de los mexicas llegó a ser el centro de un imperio extendido por casi todo el territorio mesoamericano.
Doscientos años después de su fundación, la ciudad fue conquistada e invadida por los españoles, evento que cambió el rumbo de su desarrollo urbano, con intervenciones hidráulicas para desecar los lagos que cubrían la mayor parte de su superficie. Pero el poblamiento más acelerado de la cuenca y su transformación en una zona metropolitana sucedió en el siglo XX.
Este tremendo crecimiento fue consecuencia de un modelo de desarrollo económico centralizado en la capital del país y una consecuente migración del campo a la ciudad. Desde entonces no ha habido una condición equilibrada entre la urbanización y el medio ambiente. Además de ello ha habido una aguda segregación socioespacial, en la cual las colonias ubicadas en la zona sur-poniente cuentan con población con recursos económicos mayores que quienes habitan el nor-oriente de la cuenca. El Estado aún no ha atendido la mayor parte de las carencias que afectan a la mayoría de la población, por lo que nuestra metrópolis dista mucho de encontrar un punto de equilibrio urbano.

Tangente
¿Qué factores son los que provocan las concentraciones extremas de población? ¿Es posible concebir motivos para el poblamiento que vayan más allá de la economía y la geografía?