La senadora Judith Díaz se hartó del senador Waldo Fernández. Hay tiro en Morena. Una fotografía que circula en redes sociales entre el alcalde de Escobedo, Andrés Mijes, y la senadora Judith Díaz muestra y demuestra no una alianza, sino algo más allá, un pacto. Doble ruptura, Mijes rompe con Clara Luz Flores y Díaz con Waldo Fernández. Encuesta, tómbola o lo que venga, si la decisión de Morena es por una mujer, Mijes impulsa a Judith; si se decide por masculino, Díaz impulsa a Andrés y se prepara para la alcaldía de Monterrey. Es entendible el hartazgo de Judith contra Waldo, un político-ficción que atiende a los poderes fácticos y no a los intereses del pueblo, entreguista a los Estados Unidos y no a México, “achilangado” y no nuevoleonés.
Escribí en Notivox hace meses: “La senadora Judith Díaz perdió identidad, la aguerrida política trocó en sumisa al lado del senador Waldo Fernández. Judith carece de agenda propia y de futurismo propio, es una senadora de compañía. Waldo le apuesta todas sus canicas a la gubernatura y propone a Judith para la alcaldía de Monterrey. Si la paridad les falla no se invertiría la fórmula, sino que Waldo buscaría un acercamiento con Tatiana Clouthier para apoyarla a la gubernatura y él quedarse con la alcaldía de Monterrey que proporciona mayor margen de negocio y movilidad que un escaño en el Senado”.
Las traiciones de Waldo son notorias, execrables: PRD, El Bronco, Partido Verde, Morena. Confiar en Waldo es un error, así lo entendió Judith. El arrastre AMLO-Sheinbaum los hizo senadores, hay victoria implícita, pero ajena. Nunca más senadora de compañía, a menos que incline la cabeza y se arrastre. Judith es más, mucho más. Es terreno, calles, pueblo. Solo decayó en la campaña pasada cuando tuvo covid y aun así estuvo en la línea de aprobación. Judith no le debe nada a los políticos morenistas de Nuevo León, le debe a Sheinbaum y al movimiento y a su activismo sin solemnidades ni teatralidades que ejerce Waldo. Eso lo entiende a la perfección. ¿Buscará Waldo llorar en la falda, en el regazo de Tatiana Clouthier? Es probable.
Adrián y la imposibilidad con Alito
La marca PRI está condenada, su uso es imposible. El alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza Santos, si aún quiere gobernar Nuevo León, tiene que sacudirse la marca PRI y al dirigente Alejandro Alito Moreno. No hay opción. El error de Moreno, otro de tantos, no solo fue meterse con el senador Gerardo Fernández Noroña, fue meterse con la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Por otro lado, Adrián no puede participar en una orgía de las que realiza Alito cuando visita Nuevo León. Un video de esos lo inhabilitaría para cualquier pretensión política. No son fiestas, son bacanales.
La hipótesis es que Moreno no llegará al 2027 como líder del PRI. Su nefasta función es la de sepulturero, ha perdido tantas gubernaturas como perdió la cabeza en el Senado de la República. Adrián de la Garza no necesita expiar pecados ajenos. Además de estorbo, Alejandro es escombro. Si hay opción para los restos del PRI, incluyendo Nuevo León, son las alianzas. Al Partido Verde siempre se le puede comprar, hay opciones con el PT de los vendibles Alberto Anaya y Guadalupe Rodríguez. La gran opción es el PAN que ya eleva su marca, al menos en Nuevo León.
Adrián tiene opciones, si sabe jugar. El PRI está jodido, le queda el PAN, el Verde, el PT (sería suicida para sus dueños). ¿Qué más? La tarea principal de los políticos no es ser vivientes, es ser sobrevivientes. No es solo Ajedrez, es Go. Quien sepa de estrategias que calle y comprenda.