La quintaesencia captura las cualidades y atributos del ser en su acepción más reluciente respecto al carácter diáfano de la perfección. Es la más auténtica expresión de la claridad que antecede a la luminosa definición de la pureza que nos remite a entender los conceptos en su origen primigenio. Es sabiduría contenida en la exégesis de la realidad que permite y hace posible la concreción objetiva de las ideas desde lo intangible y más allá de los cuatro elementos que describen el mundo de lo que existe como materia. Es el éter indescifrable en la memoria histórica de los tiempos.
La quimera transfigura la realidad en ilusión pura que rebasa los límites de la utopía. Se refiere al animal fabuloso que habita el reino de lo imposible e inalcanzable ataviado de león, cabra y dragón. Es mítica revelación de la verdad que fluye entre los sueños de la fantasía inmarcesible a través de la imaginación poética que nos conecta con seres extraordinarios que pululan en la ingravidez de la entelequia. Es devaneo de la verdad que distrae e impide realizar con eficacia los actos humanos mientras la mente se pierde en elucubraciones y anhelos del mito como razón del existir.
Un Quilate es la medida áurea que dimensiona y da sentido de equilibrio al peso de las cosas valiosas. Es uno de los modos para referirse a la perfección de las virtudes y los atributos, en tanto a conceptos intangibles, con que se presenta la realidad, es decir, el concepto es útil y práctico para asignar y reconocer los altos valores de los actos y el pensamiento humanos. Simboliza la escala de proporción que constituye una aleación por su contenido de oro, que se funde en un crisol, de sus 24 partes posibles. Es la magnitud preciosa de las gemas.
Un quijote se distingue por ser un personaje aventurero que gusta de las historias de conquistas y encantamientos como en los cuentos de Amadís. Es un soñador que juega con las fantasías y ficciones que surgen de su extraordinaria imaginación poética. Es un sabio constructor de quimeras y está acostumbrado a las penurias propias de los hidalgos que luchan y se entregan por conseguir los favores de la belleza idílica y el amor platónico. Su fuerza radica en la gracia de su locura y son capaces de las más descabelladas ocurrencias en pos de la dicha que anhelan con pasión.
Las querencias son aquellos lugares, o personas, o cosas, que se interpolan con nuestros recuerdos felices y la nostalgia por un pasado aderezado con el bálsamo de la alegría. Lo que tenemos en alta estima y que difícilmente cambiaríamos por lo insustancial e insulso de las novedades en el camino. Son las receptoras de los afanes amorosos que concentraron nuestros anhelos y esperanzas para guardar en ellos la vida llenos de optimismo y con la satisfacción de compartir todos los momentos que allí acontecieron y que nos han dejado una huella indeleble de bendiciones y gracias. Son lo que amamos. JFA