En la reciente semana, según se platica, hubo un encuentro entre el próximo presidente municipal de Torreón, “a la zorra”, participando los dos obispos de Torreón, promovido por alguien que le agrada las alianzas con los poderes políticos, municipales o estatales y cerca de cuarenta presbíteros, los más ni cuenta se dieron y otros quizá no tuvieron interés.
Lo notable fue que el Obispo de Torreón, ahí pintó su raya entre el poder político y el religioso y otro elemento a considerar es que el PRI es el partido que más busca la convivencia con la religión.
Y ¿por qué tan pocos presbíteros, si en ésta Iglesia Particular de Torreón, son más de cien?
Esto no sólo hay que interpretarlo a falta de interés sino también al hecho de que no es cierto que la cultura digital invada a todos los sectores sociales.
Esto hace pensar a partir de un sector tan calificado y tan culto, como es el presbiterio, con mayor razón cuando se trata de sectores pobres que utilizan lo digital para pasarse, “oraciones bonitas”.
Chismes de vecindad y otros menesteres no tan nobles ni tan interesantes para el bien común.
Además de que ya se está diciendo que lo digital no aumenta el coeficiente intelectual, afirmado por científicos sociales.
Como quiera que sea, la cultura digital nos avasalla y es irreversible, pero es necesario que se use con la media de la discreción: cuando es fiable y cuando no.
Este criterio es de sabiduría que tiene que ver con el bien hacer, el bien común y la observación atenta de grupos y personas. No por ser avasallante tiene la marca de la totalidad de influencia y de servicio en el pueblo.
También hay que advertir que lo digital es un mundo de soledad, de falta de defensa, como consta por los fraudes, los secuestros, las informaciones malditas que dejan a los pobres ignorantes a merced de los malandros.
Hay que tomar en cuenta que muchas redes sociales están entrenadas para favorecer intereses egoístas, que van al ataque sin tomar en cuenta las razones del adversario, como pasa actualmente con mensajes partidistas, políticos que nomás están esperando verse en el foco de la televisión para atacar al adversario con nulo sentido de caridad y de respeto ya que su vos, es la única que juzga con justicia y equidad.
¡Mire nomás cómo se tejen las cosas en este mudo después de la pandemia, y en esta época de transición política en cuyo clima no hay meditación serena!