¿A quién se le habrá ocurrido que al sector opositor más connotado y glamoroso merecía un trato normal? Lo único que tenía que hacer la Cuarta transformeichon era abrir una sección VIP en el proceso de vacunación para que distinguidísimos intelectuales, académicos y ex altísimos funcionarios a los que casi no se les dan las quejumbres borrascosas,se juntaran con la pelusa por aquí, pelusa por allá, y menos los agarrara el chiflón que es bien encajoso. Comprendamos que gente como Rubén Aguilar, el traductor al español al expresichente Fox, no está acostumbrada a rosarse con el pueblo llano, la tropa loca, y menos con los Servidores de la nación que creía que eran los de Boko Haram. ¿A ver, qué les costaba mandarles a sus casas a Maribel Guardia o a Gabriel Soto para que los inyectaran y al final les hicieran el sana, sana, colita de rana, si no sana hoy sanará mañana?
Mala onda con estas finísimas personas que no están acostumbradas a convivir con los del quinto patio y que fueron criticadas por haber nacido en una cuna de oro y no en el Hospital La Raza. No los odien por ser gente bonita que tuvo que sufrir por una triste vacuna, pero que harían horas de fila en Disneylandia, y solo porque no vienen desde abajo como doña Delfina Gómez, la anti Aurelio Nuño en la SEP. Un abuso más de esta maldita dictadura que, si pudo producir un apagón en Texas, puede hacer cualquier cosa.
Además, qué es eso que hayan vacunado primero a la pipol de la tercera edad que, para colmo, es pobre, como tuiteó el ex presichente Jelipillo, al retomar una idea nada clasista-narcisista de Carlos Elizando Mayer-Serra de la Colina y Bárcenas que ha demostrado que el populismo es dañino si es de izquierda, porque el de ultraderecha es a todo dar. Ahí están los 400 mil mdp que entre Jelipe y mi lic EPN le condonaron a los sectores más desprotegidos como Femsa, IBM, Grupo Modelo, Grupo Lala, BBVA Bancomer y el Piojo Herrera.
Así, yo sí exigiría de manera enérgica que se elevara a grado constitucional que todos los mexicanos, sin importar clase social, sexo (tengan o no tengan), ni el nivel en el Candy Crush, estén obligados a acudir a las salas de emergencias del sector público, subirse al metro en hora pico y hacer las tramitologías del ISSSTE y el IMSS, sin meterse a la brava como hacían en la cola de las tortillas.
Como hay un dios que todo lo ve y todo lo juzga, me lo van a agradecer.
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@jairocalixto
