Pensé que lo más punk-antipunk que se podía hacer en México era irle al América y hacerlo público a pesar del escarnio que eso podría desatar. Las cosas han cambiado, por eso lo más punk-antipunk es defender a Eugenio Derbez ahora que me lo están linchando por ser como es, es decir, misógino y antifeminista que hace lo peor que cualquier misógino y antifeminista, declarar que es el más antimisógino que hay y más feminista que ninguno.
En ese sentido, jamás pensé que a estas alturas del siglo XXI a alguien que no fuera de Provida o blanquiazul se le podían poner los pelos de punta ante una obra de arte, pero veo que Zapata en tacones y a lo loco en Bellas Artes despertó el espíritu más bien primitivo de sus herederos a los que les importa más preservar su macha virilidad que sus ideales revolucionarios. Alguien debería avisarle al nieto del Caudillo del Sur que el mundo es más ancho que sus carrilleras, y que si tanto les importara la imagen de Zapata, mejor se hubieran ido contra Alejandro Fernández cuya versión del héroe es peor que Omar Chaparro queriendo ser Pedro Infante.
Pero para actos punks-antipunks el de poner el pecho de las balas para que no hieran a García Luna Productions, ese gran prócer caído en desgracia. Eso sí es ser bien macho y congruente. Fácil es tirarle a matar ahora que políticamente y judicialmente quedó pal arrastre o hacerse como tío Lolo y quedarse calladitos después de que todo el sexenio calderónico se la pasaron aplaudiéndole sus trapacerías cual si fuera el Niño Fidencio de la narcoguerra, llegando al grado de quitarle sus veladoras. ¡Bola de malagradecidos, tanto que los maiceó!
Ahora, aunque tiene su mérito, defender a don Genero no ha tenido ni mucho menos el nivel que un figurín de su tamaño merecería. La verdad, quienes han subido a la palestra para decir que es un buen compañero no están argumentando de manera sólida. No pueden decir que solo acusaron a García Luna por traficar 5 kilos de cocaína (sobre todo cuando el FBI y la CIA, no se diga la fiscalía yanqui, además del Gran Jurado, deben tener perfectamente bien documentados guardados sus excesos —vivía mejor que Robero Deschamps— y de su relación malsana hasta con los Porkys), sino más bien tendrían que esto hubiera sido realmente terrible si la coca estuviera oculta en libros robados, por ejemplo.
[email protected]
@jairocalixto