A mí se me hace de muy mala leche que el distinguidísimo licenciado Peña, luego de su extraordinaria labor mientras gobernaba el Mordor del Edomex con el Grupo Atracomucho, no se diga al frente del gobierno mexicano donde nunca hubo estafa maestra alguna, sea criticado por la sonrisa Colgate que exhibe impunemente en la imagen romántica que compartió su rubia de categoría celebrando su cumple. O sea, mientras los otros ex presichentes ya se ven como sus propios abuelitos, el muchacho alegre se dedica con singular alegría a la padroterapia intensiva y a lliving la vida loca.
¡Cómo no iba a estar contento!
Además, frente a la encuesta popular contra los expresichentes, es defendido por grandes intelectuales como Chumel Torres (que como no sabe la diferencia entre la izquierda y la derecha, debe ser un peligro cuando maneja su troncomóvil) y Enrique Krauze que, se parecen tanto entre sí, que no pueden engañarnos: mientras el primero afirma que quienes acudan a la consulta popular son una bola de borregos y malos mexicanos, el segundo dice lo mismo –que en este caso es lo mesmo– habla de una “dictadura plebiscitaria” (10 a 1 a que esa será la cabeza de la próxima edición de The Economist, cuando acusen a AMLO de espionaje, aunque el primero en usar al Pegasus fuera Calderón) y con un poco de sentimentalismo habla de su nostalgia por la “Dictadura perfecta”. Pues claro, con los contratazos que dicen que le llovieron por hacer monografías históricas al gusto del gobierno en turno, pues yo también me pondría igual de bucólico trasnochado.
Bueno, cómo estará la cosa que mientras Peña Nieto vive su amour fou con fua, Human Rights Watch le da un espaladarazo al denominar a la consulta como “un circo político”. Pues quién los asesora, ¿Markititititito Cortés? El mismo que dice no estar preocupado por la posible desaparición del PAN por no tener ni 300 mil aficionados, es decir menos que el Atlante. Bueno, hasta Damián (¿Demian?) Zepeda se avergüenza de que para subsistir electoralmente los panistas dependan del PRI, chale.
Voy a checar si el mugre de Almagro no está en el directorio de Human Rights Watch. Digo, al rato le darán la razón a Frenaaa, PAN y Provida al demonizar neuróticamente la despenalización del aborto en Veracruz.
Y con lo que se está colgando Gertz Manero con lo de Odebrecht y las investigaciones del espionaje, mi licenciado Peña ya se ha de haber metido unos buenos Pegasus de Möet & Chandon.
@jairocalixto