Lo escribe en sus poemínimos el maestro de maestros, Efraín Huerta: “El respeto al complejo ajeno, es la paz”. Por eso no discuto el gusto de Lady X por sacar a pasear en su gira del ”Adiós y me saludas a nunca vuelvas” su autocomplacencia, Alzheimer selectivo, vistimismo sin atributos y su clasismo sin clase. Digo, pero podría irse con un poquito más de dignidad dejando de lado sus irrisorios ejercicios de misoginia y hacerse un exorcismo. Por principio cuestionando esas ondas turbiamente clasistas que ejecutan xochilovers como la dotora Dresser, que le quiso dar clases de austeridad republicana al presidente de Morena, Mario Delgado, a partir de unas imágenes del patiobulario #SacoDePus donde estaba en la playa con una botella de champán. O sea, como si mi Denise celebrara con Sidra Santa Claus y como si la patiza que Morena le puso al PRIANChu no mereciera descorchar unas aguas burbujeantes del capitalismo salvaje. La austeridad se refiere a la responsabilidad de los funcionarios y las instituciones con los recursos públicos, no que los chairos vivan en un bohío, una buhardilla o en una casa de cartón. El chiste es que los símbolos de estatus se democraticen.
Ya lo he dicho: “No se puede vivir en el capitalismo salvaje con las reglas del comunismo primitivo”. Y menos los que se sienten muy fifís y que con trabajos alcanzan la chuleta, como esa derechairiza en tachas que ante el advenimiento del comunismo venezolanizante, lloran amargamente en el Twitter porque no tienen dinero para irse del país. O sea, fifís de bajos ingresos que crecieron con leche de la Conasupo. Fifís con capacidades distintas que se burlan de quienes no incluyen el agua Evian, leche de almendras o huevos orgánicos en su canasta básica, pero que viven en quinto patio.
Hasta entre fifís hay clases, por eso cuando Claudio XXX se compró a la oposición no permitió que esos políticos oportunistas entraran a su casa a arruinar con sus cascorros el fino mármol de Carrara y mejor los dejó pastando en el jardín.
Bueno, hay falsos fifís como Rivapalacio (que es Brozo sin peluca y Massive Caller sin demoscopía) que comunican sus rencores anticuatroté disfrazados de información dudosa, de una manera más torcida que un Cheto y el Cártel Inmobiliario del PAN.
Bueno, hasta Claudio XXX reconoce que Xóchitl iba a perder (y aún así no se quiere deslindar del PRIANChu), mientras algunos intelecuáles todavía le siguen poniendo incienso.
Cada quien sus complejos.