Política

Puebla: una presa fracturada, otra vacía, ¿y la Conagua?

Puebla enfrenta una crisis hídrica que puede alcanzar proporciones alarmantes. La presa de Tenango, en el municipio de Huauchinango, está prácticamente seca: está llena al 2 por ciento de su capacidad. Pero lo más indignante no es la sequía, sino el abandono.

En el mismo estado, en la presa de Valsequillo también conocida como Ávila Camacho y considerada la más grande del estado, se fugan alrededor de 2 mil litros de agua por segundo. La causa: una fractura en la compuerta principal. El dato es escandaloso por sí solo y se ha agravado por el abandono: esa fractura lleva más de dos décadas sin ser atendida, según agricultores de la Red Mayor de Usuarios de Riego.

Sí, veinte años de negligencia institucional, de funcionarios que supieron y no hicieron nada, de autoridades que se han especializado en prometer y postergar. Así: prometer y postergar hasta el abandono.

Ajá, por si fuera poco, la presa de Valsequillo se encuentra al 49 por ciento de su capacidad. Así de grave.

La Conagua dice que se necesitan 6.5 millones de pesos para reparar la compuerta, y que la rehabilitación total de la presa costará 440 millones. Los trabajos, con un mínimo de suerte, comenzarán dentro de seis meses y concluirán hasta 2026. Para entonces, ¿cuántas hectáreas agrícolas habrán quedado sin riego?, ¿cuántas familias sin sustento?

No se trata de un fenómeno aislado ni de “desastres naturales” imprevisibles. Se trata de abandono. De instituciones que, por omisión o desinterés, han permitido que infraestructura clave para el estado se desmorone lentamente.

Mientras tanto, en Tehuacán, las autoridades presumen el cateo de un inmueble donde se extraía agua de manera ilegal a través de un pozo profundo. Detuvieron a una persona y aseguraron tres carros tanque. Bien, pero insuficiente. Esa es la otra cara del problema: la impunidad con la que se lucran los bienes públicos.

La pregunta incómoda es: ¿cómo se llega a ese punto?, ¿cómo se permite que una fuga dure 20 años sin solución?, ¿por qué se deja secar una presa? La respuesta no está en la naturaleza ni en el clima. Está en la falta de planeación, de vigilancia y, sobre todo, de voluntad.

La verdadera y más costosa fuga no es la de agua. Es la del Estado, que simplemente dejó de estar donde más se le necesita.

Al Margen

En el cuarto trimestre de 2024, la actividad económica del estado de Puebla mostró un incremento anual de 0.8 por ciento resultado del avance en actividades primarias y terciarias de 0.2 y 2.5 por ciento, respectivamente. Las secundarias se contrajeron 2.0 por ciento, revela el INEGI. Vale, pues eso.


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Israel Velázquez G.
  • Israel Velázquez G.
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  • Periodista con estudios en Lengua y Literatura Hispánicas por la UNAM. Diplomado en periodismo de investigación por el CIDE, cursó el MasterLAB en edición de investigaciones periodísticas de Quinto Elemento Lab y la Cátedra Connectas Martin Baron, programa intensivo de formación de editores. Ha dirigido medios de Puebla y Guanajuato, y escrito para medios nacionales.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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