Comedia musical es la forma en la que en nuestro país se le conoció por muchas décadas. Por ello, es que buena parte del público ha creído por mucho tiempo que las historias que cuentan los musicales DEBEN ser siempre cómicas y tener finales felices.
Sin embargo, no es así, hay historias musicales de todos los colores y tonos. Por ello es que en años recientes, y de manera más atinada, se les define únicamente como musicales, para hablar de las puestas en escena en las que la trama avanza combinando diálogos con canciones y, en muchas ocasiones, bailes.
Hago esta pequeñísima introducción para hablar de un musical en el que se aborda un tema muy delicado e importante como es la violencia de género.
Se trata de Waitress, el musical de Broadway, sin duda uno de los más esperados en nuestro por los fanáticos del género, a diez años de su estreno en Estados Unidos. A juzgar por la reacción del público y, sobre todo, por lo que se ve en el escenario, la espera valió muchísimo la pena.
Basado en la película del mismo nombre, de Adrienne Shelley, este musical es un muy buen ejemplo de los rumbos nuevos que ha tomado el género en las últimas décadas, en los que se busca que sus puestas en escena no sean vistas, ni lo sean, como montajes simplones o insulsos.
Waitress cuenta la historia de Jenna, una mesera atrapada en un pequeño poblado y en un matrimonio sin amor, e incluso con violencia, que le ha truncado sus sueños.
En 2012, otra mujer, Diane Paulus decidió llevar la historia al teatro y llamó a la compositora Sara Bareilles y la invitó a escribir la música y de las letras del proyecto.
Ya convertida en musical Waitress se estrenó en Massachusetts a finales de 2015 y en abril siguiente llegó a Broadway. Ese montaje recibió cuatro nominaciones al premio Tony y cerró cuatro años después, luego de mil 600 exitosísimas funciones.
Ahora Waitress llega a México con la productora Playhouse (con Daniel Delgado y Carlos Vidaurri a la cabeza) que se ha convertido en una de las empresas más exitosas de nuestro país, entre cuyos éxitos se cuentan Siete veces adiós y Bule Bule.
En el programa de mano del musical, se incluye un texto de Sara Bareilles en el que recuerda, entre otras cosas, que con Waitress tuvo “el privilegio de ser parte del primer equipo creativo completamente femenino en la historia de Broadway”.
Waitress es, en el escenario y debajo de él, un ejemplo de sororidad.
Jenna, la protagonista, encuentra en sus dos compañeras del restaurante en el que trabaja, el apoyo, la fuerza y la inspiración para salir del círculo vicioso en el que vive aprisionada. Juntas, las tres, enfrentan el mundo masculino en el que habitan.
Y abajo del escenario también hay todo un ejército femenino que se apoya y ofrece un montaje estupendo: Abbey O´Brien (directora repositora); Natalia Saltiel (directora residente); Paula Zelaya Cervantes (directora asociada); Fer Aldaz (coreógrafa asociada); Analí Sánchez Neri, son las cabezas de esta puesta en escena que invita a las mujeres a vivir sus sueños, pues no hay uno que sea pequeño, desechable o inalcanzable.
Aitza Terán, Denisha y Moni Campos interpretan al trío de amigas. Bravo a las tres.
Aitza tiene una sólida trayectoria en el teatro musical en nuestro país, y en la última década ha escalado peldaños que le han ganado el aplauso del público. Tiene una voz maravillosa y sin duda como Jenna muestra además lo buena actriz que es.
Denisha y Moni Campos brillan también con luz propia. Con sus excelentes voces y sus grandes dotes cómicas.
Los otros roles protagónicos son interpretados por cinco actores que tienen una larga y muy prestigiada trayectoria: ¡Qué gusto ver nuevamente en escena a Vince Miranda, que da vida al tierno y aprensivo doctor Pomatter.
Gerardo González muy bien como siempre, al igual que Mariano Palacios y Agustín Ocegueda. Y mención muy especial merece Jonathan Portillo, quien tiene sin duda el personaje más generoso de la obra, que se roba el corazón del público y el joven Portillo lo borda a plenitud.
Conocí a Jonathan hace cerca de 15 años, en el musical Peter Pan, en el que daba vida a un inquieto y simpático adolescente. Luego lo volví a ver en Bule Bule, y en El show de terror de Rocky. Siempre con una entrega al 100. Hoy se lleva grandes aplausos con Ogie. Felicidades Jonathan.
Waitress es un ejemplo del buen teatro musical que se está haciendo en nuestro país; del gran nivel actoral y creativo que existe en México.
Se presenta de jueves a domingo en el Teatro San Rafael, en la colonia del mismo nombre.
Teatro musical actual, divertido, conmovedor, fresco y excelentemente bien montado… ¡Qué más se puede pedir¡