Son dos pequeños espacios escénicos. Uno, al sur de la ciudad; otro en la zona céntrica. Ambos con historias longevas, de camino difícil, con múltiples complicaciones, que lejos de espantarlos les han fortalecido. Y hoy son tan fuertes que no paran un solo día y como botones de muestra ofrecen en estos momentos un par de las mejores puestas en escena que se presentan ahora en la ciudad de México.
Se trata del Foro Shakespeare y el teatro La capilla, en los que actualmente triunfan, respectivamente, Jazmines en el Lídice y Traición.
Helas aquí.
La publicista Sandra Narváez me insistió: No te vayas a perder Jazmines en el Lídice, te va a encantar. Le hice caso, y no se equivocó. Se trata de una puesta en escena realmente extraordinaria.
Escrita por Karin Valecillos y estrenada en 2013, Jazmines en el Lídice es una valiente propuesta dramática que denuncia la terrible situación que se vivía en aquel entonces y que, como todos sabemos, ha empeorado en Venezuela.
Como bien se resume en su sinopsis promocional, la trama sucede en el barrio El Lídice, en Caracas, concretamente en la casa de Meche que se ha convertido en es un lugar especial. Allí, en unas macetas, crecen jazmines, símbolos de vida en medio del dolor. Meche ha perdido a su hijo Raúl a manos de la violencia que azota la ciudad, al igual que muchas otras madres que visitan su hogar.
Sin embargo, cuando estas mujeres se reúnen, surge algo más que sufrimiento: hay amor, fuerza y esperanza. El asesino de Raúl ha sido liberado, y las mujeres del barrio intentan convencer a Meche de que abandone el lugar. Pero ella, lejos de huir, ha encontrado en la muerte de su hijo una razón para seguir luchando.
Seis mujeres con vidas diferentes, pero con infinidad de puntos de contacto, son los personajes de esta obra de ficción, que fue construida a partir de los testimonios reales de madres del Proyecto Esperanza Venezuela.
En el diminuto Espacio Urgente 2 se recrea el seguramente también pequeñísimo departamento en el que ocurre la acción dirigida por Giovanny García, y en la que brillan, de verdad en grande, seis extraordinarias actrices, que son Sheila Monterola, Eulalia Siso, Samantha Castillo, Mónica Quintero, Vera Linares, Andreina Mesa.
¡Bravo al trabajo de cada una de ellas!
Desafortunadamente a la muy breve temporada le resta, espero que por ahora, una sola función el viernes 29 de agosto a las 20 horas.
En tanto, en La capilla, se vive otra gran experiencia escénica --que también agradezco a Enrique Saavedra su recomendación-- con el remontaje de uno de los textos ya considerados clásicos del teatro moderno: Traición, de Harold Pinter.
Estrenada hace casi medio siglo, en 1978, Traición cuenta la doble vida de una mujer que durante años ha mantenido una relación sentimental con el mejor amigo de su esposo.
Dividida en nueve escenas, que se desarrollan en orden cronológico inverso, la trama es una especie de matrioska, esas muñecas rusas que van una dentro de otra, pues van mostrando cada vez más el interior, la esencia, de una situación que en un primer momento puede parece un desliz o una simple infidelidad.
Traición es un verdadero imán y un reto para sus intérpretes, lo ha sido desde su nacimiemto, y ejemplo de ello son nombres como Raul Julia, Roy Scheider, Juliette Binoche, Alberto San Juan, Kristin Scott Thomas, Rachel Weisz. Daniel Craig, Marina de Tavira, Juan Manuel Bernal, Bruno Bichir y Tom Hiddleston, quienes han dado vida a alguno de los personajes en diversos montajes en variados países.
A ellos se suman ahora Hamlet Ramírez, Tamara Vallarta y Fernando Villa dirigidos por Diego Álvarez Robledo
Un par de sillas, una mesa y algunos vasos son los elementos que apoyan el trabajo histriónico estos brillantísimos actores. ¡Bravo a los tres!
Traición se presenta únicamente dos martes más a las 20 horas.
Foro Shakespeare, La capilla, Jazmines en el Lídice, Traición... ejemplos del teatro en su más pura esencia.
