El cuento “El Mejor Agricultor”, escrito en 1934 por el literato coreano Yog-Chun Pak, nos habla de la vida ruin de campesinos coreanos impuesta por terratenientes que rentan con altos costos la tierra para la siembra. Están coludidos con funcionarios corruptos que asignan impuestos a su antojo, en la época en que Japón invadió Corea, desde 1910 hasta 1945, año de su caída en la Segunda Guerra Mundial.
Es un cuento realista. “El realismo es la recreación exacta y sincera de la época que se describe. La transcripción debe ser lo más sencilla posible para que se comprenda y conmueva”
Derecho agrario “Es el orden jurídico que rige las relaciones sociales y económicas que surgen entre sujetos intervinientes en la actividad agraria. Regula la propiedad de la tierra, la producción agrícola, ganadera y forestal, así como la distribución y comercialización de los productos.”
Tenencia de la tierra “Es el régimen legal en el cual la tierra propiedad de una persona física o jurídica es tenida por otra, llamada el tenedor, mediante un acuerdo (explícito o tácito), en tiempo y condiciones. La tierra está con quien la trabaja, pero que no tiene la propiedad, solo la posesión”
Vayamos a la obra: Inicia con unos campesinos “Del arrozal de Songdu, cantando sin cesar. Con las manos plantando rápido y con sus bocas entonando canciones. Después de plantar cada manojo de arroz cambiaban de lugar, y así hasta el agua bailaba a su ritmo.”
Quiok canta un solo:
“Si bien es cierto que el agua, corre siempre hacia abajo, pero la pútrida agua de mi interior, brota y corre hacia arriba.”
Completan todos:
“No se burlen de mí, preferible una palabra de consuelo a mi corazón”.
Alguien grita que viene un taxi: “Se enderezan para verlo. –Ahí viene Quilso- dijeron a coro. Muchos corrieron a su encuentro.”
Quiok comenta: “-¡Dios mío! Unos trabajan sudando todo el día y otros se pasean en auto. Sintió envidia.” Le dijo a Songdu burlonamente: “-¿Para qué esperas tanto a Quilso? Aunque gane el premio El Mejor Agricultor, él no te invitará siquiera un cigarrillo.”
Quilso era el representante del pueblo y el único que terminó la primaria: “El único capaz de tratar con las autoridades y el que iba a Seúl para todo. Lo admiraban.” Era el único que poseía tierras, los demás rentaban carísimo. Sus cultivos eran hermosos, porque les ponía abono químico, nadie lo hacía por lo caro.” Además Quilso es novio de la hermana menor de Songdu, Wisuc, y el pueblo ya desea la boda.
Cuando Quilso regresaba de sus viajes los juntaba para narrarles las novedades de Seúl y sus discursos eran de cumplir y respetar a los terratenientes y a las autoridades porque solo así tendrían las tierras, por eso no debían escuchar a los revoltosos llamados comunistas.
En esta ocasión le trae un jabón a Wisuc, ella jamás se ha bañado con jabón, está emocionada.
Un día el pueblo le pide a Quilso que interceda con el terrateniente. No quiere. Se organizan para ir y no consiguen nada, regresan tristes. Al ver la casa de Quilso muy hermosa, llena de bellos cultivos, se enojan y destruyen el letrero que dice que Quilso ha ganado el premio El Mejor Agricultor.
Poco a poco nos enteramos que Quilso ha logrado sus privilegios porque se sometía a terratenientes y autoridades y consentía la subida de impuestos y el alza del arriendo. Era un corrupto que llevaba a la pobreza a su gente.
Así lo había hecho para que le dieran el premio al Mejor Agricultor y ganarse el viaje a Japón. Se va a aquella nación.
En su ausencia, al pueblo le suben los impuestos, se enteran que Quilso lo autorizó y lo maldicen.
Cuando Quilso regresa una noche, ve los destrozos e intuye que algo está mal.
Con mucho sigilo va a visitar a Wisuc, le lleva un regalo que ella jamás ha visto: unos plátanos. Ella lo ve y llora: “En ese instante Songdu, armado con un palo, salta frente a él. Quilso, como un animal asustado escapa con los plátanos en la mano.”