Como en las películas “Los juegos del hambre”, las disputas están a la orden del día en todos los frentes políticos por la obsesión de lograr las candidaturas a las alcaldías de Tampico, Madero y Altamira. Lo mismo en Morena y sus aliados, como en la inminente alianza del PAN, PRI y PRD.
En Tampico, en el PAN, es un hecho que el grupo que encabeza Chucho Nader debe llevar mano para proponer a los candidatos, pero los hermanos Cabeza de Vaca y los Trukos no han dado su brazo a torcer y quieren imponer sus condiciones en el único reducto de ese partido en el sur.
Todo indica que el alcalde de Tampico impulsa a Pepe Schekaibán y el exgobernador y su hermano están promoviendo a Mon Marón; Rosa González nos se queda atrás.
La guerra entre estas facciones panistas está recrudeciendo, basta leer la carta que anda circulando en redes y que firma el conocido militante, el Diablo Cantú o platicar con Germán Pacheco para entender cómo se está moviendo el asunto.
Morena por su parte, sigue en la encrucijada de dar la pelea o entregar la plaza en Tampico; las encuestas mantienen una ventaja para los azules, pero falta ver el empuje de las cartas guindas; lo cierto es que las mujeres que se vienen mencionado hasta ahora, se dice, ninguna garantiza una victoria segura y contundente para su partido.
En Altamira andan por el mismo camino. El alcalde Armando Martínez, pese a sus adversidades, luce favorito por Morena para su reelección, pero el delegado regional de Sebien, Marcelo Abundis, no pide ni da cuartel.
Por el otro lado, los azules y los tricolores en el puerto industrial andan por las mismas. Juvenal y sus seguidores ya arrancaron otra vez su proyecto por la alcaldía; Miguel Gómez hace su intento y Ciro Hernández no se define.
En Madero ni se diga; destacando el diputado Erasmo González, Oseguera queriendo traer a su hermano Abel desde el sur de Texas y Claudio de Leija no afloja el paso, al igual que Alfredo Pliego y Carlo González.
Los panistas maderenses no se ponen de acuerdo y les terminarán poniendo a un externo como la hermana del Truko o el hijo de don Lupe González, pero Joaco Hernández tiene ganas y lucha por ello.
Así las cosas, la grilla sureña ya huele a pólvora.