Hoy en la mañana tuve una experiencia muy agradable. En una calle del centro de Metepec, le cedí el paso a una señora que venía conduciendo un camionetón. Cuando pasaba, ella sacó la mano por la ventana y con una enorme sonrisa me gritó ¡gracias! Ese efusivo “gracias” fue una esplendida manera de empezar mi día. Es increíble como algo tan simple puede tener un impacto tan positivo. Entonces comencé a imaginar aquellas frases que nos harían el día; las palabras que por lo menos por un par de horas nos harían ver el mundo de otra manera, nos darían esperanza en la humanidad. Imagínate que pudiéramos escuchar frases como estas:
De tu mecánico: “Por fortuna no estaba desvielado, sólo era una tuerca floja. Fue muy sencillo… No, no, no me debe nada”.
De la esposa: “Ni trates de explicarme viejo, ¡ya me imagino cómo deben ser esas juntas!”.
Del esposo. “¿Sabes que? ya me aburrió el dominó, mejor vámonos a visitar a tu mamá”.
Del policía de tránsito: “Le aseguro que con mi sueldo es suficiente. Ande, vaya con Dios y procure manejar con precaución”.
Del señor de la grúa: “Qué bueno que llegó, estábamos a punto de tener que llevarnos su carro… ¡Ay! cómo lo hubiéramos lamentado”.
Del cancerólogo: “Mire usted, esto se llama sal de uvas… Se toma un par de sobres en un vaso de agua y nos vemos aquí cuando cumpla 90 años”
De un desplegado de la Secretaría de Hacienda: por un error en nuestros cálculos, este año nos sobró dinero y nadie sabe aquí como gastarlo. Mañana nuestros empleados comenzarán a repartir los excedentes visitando casa por casa, por favor recíbalos con una sonrisa”.
En la sucursal de tu banco: “¿Qué cree? borramos accidentalmente el registro de su deuda”.
Del político: “Como es evidente, esto rebasa mis capacidades, por lo que he decidido presentar mi renuncia”.
Del nutriólogo: “Esta solo un poquito pasado de peso, pero no veo motivo para que deje su dieta de carnitas y cerveza”.
De la Comisión Federal de Electricidad: “El cambio de horario nos ha producido ganancias millonarias, por lo que por los próximos 5 años usted pagará solamente la tercera parte de lo que ha venido pagando”.
¡Oh por Dios! ¿no sería maravilloso? Y a ti mi querido lector, ¿qué frase te haría el día? O con qué frase podrías tú hacer feliz a alguien más? En fin…Ojalá viviéramos todos en ese universo alterno.
Y a ti ¿qué te dice el espejo?
Gina Serrano