Política

Ni con melón ni con sandía

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En el caso de que Dios existiera, éste sabría sin lugar a dudas que Gil ha sido un lector atento de Jesús Silva-Herzog Márquez. No sólo eso, ese mismo Todopoderoso sabría que Gil considera a este analista uno de los más brillantes articulistas de nuestros tiempos. Por esta simple pero profunda razón, la entrega del lunes “La trampa del populismo”, le ha parecido a Gilga escrito por otra persona que no responde al llamado de Silva-Herzog Márquez.

Ahora resulta que hay una oposición al gobierno de Liópez Obrador que se ha tragado la retórica del populismo. Caracho, lean esto escrito por Silva-Herzog: “recuerdan la política de depuración emprendida por la ultraderecha polaca tras el fin del comunismo, que también tomó nota de aquellos que fueran sospechosos de alguna colaboración, de algún diálogo, algún vínculo con el régimen comunista. La purga que anuncia Claudio X. González, el patrocinador de la alianza opositora no hace más que alimentar esa polarización que beneficia, más que a nadie, al Presidente que entiende a la perfección los resortes de esa mecánica”.

¿Estamos locos, Jesús? Dice Silva-Herzog: “En esos impulsos está, quizá, la gran victoria del populismo: ha logrado cristalizar en sus antagonistas su propia lógica maniquea, su mismo impulso persecutorio, su brutal simplificación política, su siniestra lógica de guerra”.

Gamés se dio un manazo en la frente. Gilga no tiene el gusto, ni el disgusto, de conocer a X. González, o como se llame, pero está convencido de que este señor no tiene forma de perseguir a nadie, ni de llevar a cabo ninguna siniestra política de guerra. En cambio, a Gamés le consta la extorsión, la persecución, la presión y la majadería que ejerce este gobierno en sus opositores. Raro que una inteligencia como la de Silva-Herzog se desbarranque así. Nos nos desgarremos las vestiduras: incluso los mejores hacen un día el ridículo.

Parsimonia

Muy bien. Jesús, siéntese a charlar con Paco Ignacio, paquete II, con Manuel Bartlett, con algunos altos mandos militares encargados de hacer todo y de todo. Bueno, más fácil, platique con Fernández Noroña. No jale que descobija, y resulta que el señor X. González, cuya X. le da a su apellido la incógnita de una ecuación de primer grado, o como se llame, es el culpable de la polarización. ¿Qué le pachó a Jesús? Y claro, para asentar lo dicho, las citas frondosas de Passolini. Ya de pasada le hubiera puesto algo de Arendt, un poco de Adorno, de Horkheimier y la Dialéctica del iluminismo espolvoreada con Habermas. No somos nada. Vean cómo soy equilibrado y ustedes unos trogloditas. Pfft.

Y ya entrados en gastos, Gil dirá que algo parecido a esta percepción intelectual (¿existe eso?) le ocurrió durante la lectura de La casa de la contradicción (Taurus, 2021). En ese libro, don Jesús recurre al mismo sistema lógico, por llamarle de algún modo: no pero sí, sí pero no, más o menos tibio, pensemos con calma.

Con prosa más o menos endomingada, Silva-Herzog se adentra en sus argumentos ad hominem. Si la lectora y el lector tienen dudas de esto que Gil escribe (es un decir), revisen a los presentadores de su nuevo libro: Dios de bondad. Con la mano vergonzosa cubriéndose el rostro, Jesús grita: ¡no quiero elogios! Por favor, nada de complacencias, me urge la crítica. Bueno, aquí tiene usted unas migajas críticas. Le haría bien a don Jesús leer novela, no en balde dijo Balzac que en ellas se encontraba parte de la historia. En fon y en fan. Helas!

Gabinete de curiosidades

“Adán y Eva”

Samuel Butler

Un niño y una niña estaban mirando un cuadro en el que aparecían Adán y Eva.

–¿Cuál es Adán y cuál es Eva? –preguntó uno de ellos.

–No lo sé –repuso el otro–, pero te lo podría decir si tuvieran la ropa puesta.

 “Los calcetines”

 Antón Chéjov

La criada, siempre que arregla el cuarto de su patrón, arroja los calcetines debajo de la cama, bien al fondo, contra la pared. Su patrón, un señor muy gordo, no lo soporta más y un día quiere echar a la muchacha. De este modo se entera de que fue el médico quien, por razones de salud, le ordenó a ella que tirase lo más lejos los calcetines, así él haría ejercicio.

 (Los cuentos más breves del mundo. De Esopo a Kafka. Edición de Eduardo Berti.) 

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Gil Gamés
  • Gil Gamés
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  • Entre su obra destacan Me perderé contigo, Esta vez para siempre, Llamadas nocturnas, Paraísos duros de roer, Nos acompañan los muertos, El corazón es un gitano y El cerebro de mi hermano. Escribe bajo el pseudónomo de Gil Gamés de lunes a viernes su columna "Uno hasta el fondo" y todos los viernes su columna "Prácticas indecibles"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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